La popular calle turística sirvió como andador para que los disfrazados desfilaran y pidieran Trick or Treat. Niños, adultos, locales y extranjeros se divirtieron mientras se tomaban fotos y visitaban locales en búsqueda de alguna sorpresa o promoción especial.
Diversos bares alojaban fiestas de Halloween donde los concursos de disfraces eran lo usual, mientras otros establecimientos recibían a los pequeños que iban a buscar dulces.
Disfraces sumamente creativos engalanaron la velada, la aún vigente contingencia sanitaria no impidió que la gente la pasara bien durante la noche; muchos circulaban sin cubrebocas.
La Avenida Revolución fue cerrada para que las personas transitaran libremente a pie, mientras las autoridades vigilaban que no hubiera incidentes, delimitando la zona. Servicios de emergencia también se hicieron presentes por si surgía alguna eventualidad.
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