La ciudad de Tijuana se vistió de fiesta para celebrar un nuevo aniversario de la defensa de la plaza de la ciudad. Armando Fidel Ramos Hernández, Presidente de la Asociación de los Descendientes de los Defensores de Baja California, compartió la historia con los asistentes en el evento celebrado este fin de semana.
22 de junio fecha memorable para la historia de la Baja California. Rendir justo homenaje a una pequeña columna federal que al mando del Coronel Celso Vega y un grupo de voluntarios ofrecieron el más alto tributo que un ser humano puede ofrendar por la libertad de nuestra ciudad y de nuestro país.
Hace 102 años un grupo de hombres armados invadieron la Ciudad de Tijuana, luego de haberse apoderado de diversas poblaciones de Baja California como: Mexicali, Tecate, El Álamo, San Telmo, San Vicente, Real del Castillo, entre otros poblados como la Bahía de San Quintín.
El proyecto filibustero consistía en tres etapas: La invasión de la Península de Baja California, su proclamación como República Socialista, y, ajenos los magonistas, quienes realmente se posesionaron del territorio, buscaban una posterior anexión a los Estados Unidos de América, tal como había sucedido con Texas, 64 años antes. Para esto necesitamos entender la posición geopolítica de Baja California.
Recordemos que el 65 por ciento de las tierras cultivables estaban concesionadas a consorcios extranjeros, como a la Colorado River & Company, la Pacific Land Company y la compañía inglesa asentada en Ensenada.
La península bajacaliforniana de esa época vivía totalmente diferente al resto del país, aun como la de hoy en día. Las comunicaciones eran malas y los bajacalifornianos, que no llegaban a los 1,500 residentes, de aquellos años, como los de hoy, estaban más preocupados por poblar y desarrollar el noroeste del país, indiferentes pero no ignorantes, al saber que supuestos revolucionarios que venían disque a liberarnos de la dictadura porfirista: estadounidenses, ingleses, belgas, sudafricanos, prófugos de la justicia, desertores algunos y disfrazados otros, de los ejércitos de los Estados Unidos de América.
De esta manera comprobaron que el verdadero propósito era otro desde el 29 de enero hasta el 22 de junio de 1911 los bajacalifornianos se levantaron en armas para expulsar a los invasores, cuestión ésta que se consumó.
Así como ustedes ya saben los días 8 y 9 de mayo de 1911 perdimos la plaza de Tijuana al grito de "Ríndanse ¡NÓ!…! LOS MEXICANOS MUEREN, PERO NO SE RINDEN!"
Cabe resaltar que el Sr. Clemente Angulo ya avanzado en edad, se presentó a la trinchera de la Aduana vieja siendo el último bastión en defensa de la población con José María Larroque, Pastor Ramos, Alfonso Padilla de la Torre, Francisco Cuevas y Miguel Mendoza, al decirle que ya había cumplido su deber, que no estaba en edad para luchar, a lo que respondió "Denme un rifle que aun soy joven para defender a México".
Esta página gloriosa en la historia de Baja California desigual y heroica de la integridad nacional es una epopeya que la patria debe de conocer en todo su grandioso desarrollo, creando un archivo histórico y digital porque constituye la contextura cívica del bajacaliforniano y a la vez, despertó el sentimiento de pertenencia e identidad en nuestros habitantes.
Es en Tijuana donde el H. Club de Leones erigió el monumento en que reposan los restos de seis patriotas, sacrificados en aras de la INTREGIDAD NACIONAL amenazada. Voluntarios sublimes a los que el pueblo ha rendido merecidos homenajes de reconocimiento a sus meritos; es aquí donde vieron bajar del asta de la garita numero 1, la bandera nacional ver una bandera extraña que floto desde el 9 de mayo hasta el 22 de junio de aquel año de tragedia y de gloria.
La Asociación Civil que presido, sus descendientes, los ciudadanos aquí presentes, le está dando seguimiento a
trabajos realizados desde los años 20's del siglo pasado por importantes instituciones cívicas y culturales de la ciudad, destacando el papel de las damas encabezada por la recordada profesora Josefina Rendón Parra, Junto con las distinguidas damas María Luisa Melo de Remes, Rosa Victoria de Pompa, Emilia de Aguilar Robles, Josefina Zarzosa de González Príncipe que lograron hacer el primer Parque de la Ciudad de Tijuana: Teniente Miguel Guerrero en 1924. Siempre logrando sus proyectos en beneficio de nuestra patriótica Ciudad.
Somos nosotros los ciudadanos obligados a defender nuestro patrimonio. Hoy hemos recuperado el evento más simbólico de la Tijuana del siglo xx, así también 3 de las 7 placas conmemorativas que se encontraban en este monumento. La familia Cadena y la familia Zárate han donado documentos originales y la medalla que otorgó por unanimidad el Congreso de la Unión "LA PATRIA AGRADECIDA A SUS DEFENSORES 1911" otorgada por el entonces presidente Pascual Ortiz Rubio el 29 de enero de 1931, a sus descendientes y huérfanos que con tanto amor patrio defendieron entregando la existencia en aras del más alto deber ciudadano y heredándonos un estado libre y soberano. Por fortuna, estarán pronto reguardadas permanentemente en el Museo de Historia de Tijuana.
Gracias a las gestiones de la Lic. Elsa Arnaiz Rosas, directora del Instituto Municipal de Arte y Cultura.
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Armando Fidel Ramos, también externó el siguiente paso necesario para cuidar y difundir la historia de Tijuana: "Conciudadanos años atrás fuimos despojados de las 440 hectáreas del Parque Morelos decretadas el 30 de octubre 1984, como Reserva Ecológica Urbana. Es por esto la necesidad de la creación del Bosque Centenario de la Defensa Heroica de Tijuana 1911-2011 en algún lugar de nuestra querida ciudad. Como también la creación del CONSEJO HONORIFICO CIVICO MUNICIPAL con la participación de la Sociedad de Historia de Tijuana, el Consejo de la Crónica de Tijuana, el Seminario de Cultura Mexicana, Corresponsalía Tijuana, la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Correspondiente a Tijuana, la Asociación de Cronistas de Baja California, para crear una agenda anual de actividades cívicas regresándole el nacionalismo a nuestra entidad".
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