Fernando Deira, productor y director de Sexmex, la productora de contenido para adultos más importante del país, escribió a través de redes sociales un comunicado para advertir que "de ser aprobada tal cual, se prohibirá la producción de contenidos pornográficos en México" lo cual, representaría un "retroceso grave para la libertad de expresión."
Esta ley de trata de personas, surge a partir de una petición por "leyes más duras" sobre el material pornográfico, ya que en septiembre del año pasado, México se convirtió en el país número uno en difusión de contenido sexual infantil y en segundo como productora de este tipo de videos.
Deira señala que la industria para adultos no se relaciona con la trata de personas, y por esto, comenzó a trabajar en una nueva asociación a la que llamó ANDAEDULT – Asociación Nacional de Artistas del Entretenimiento para Adultos que buscará legitimar el trabajo de quienes se dedican a esta industria por decisión propia, siempre que cuenten con la mayoría de edad.
Fernando Deira se inició en este negocio por azares del destino. Hábil con la cámara y amante de la fotografía, conoció a una mujer en el bar de un hotel en Tijuana y ella accedió a que él la retratara desnuda para un concurso de fotografía erótica. Para su grata sorpresa ganó el primer lugar y con ello un premio de $500 dólares que utilizó para crear Mexican Lust en agosto del 2004, un sitio web que más tarde daría origen a SexMex, la productora que actualmente dirige, con ubicación en Jalisco.
Sobre el papel de México en este negocio, no hay datos o cifras oficiales, pero de acuerdo a un artículo de El Universal, la producción de películas para adulto en este país apenas comenzaba a gatear en el 2007 y en ese momento se estimaba que existían aproximadamente 10 productores de pornografía en toda la república.
A finales del 2013, el portal de videos sexuales PornHub reveló algunas estadísticas sobre las tendencias de consumo entre sus visitantes más frecuentes, donde "Mexicanas" apareció como palabra clave en el listado, evidenciando la existencia de una demanda por contenido nacional.
Actualmente la distribución de pornografía en México es vista como cualquier otro acto de comercio y podría tratarse de un mercado muy fructífero, siempre y cuando, no se le restrinja.
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Elizabeth.rosales@sandiegored.com
