
Confirmaron que el túnel tenía una longitud de más de 600 metros, así como una profundidad de 9 metros y un ancho de un metro. El pasadizo comenzaba en una bodega ubicada en el municipio de Tijuana y terminaba en un almacén comercial de San Diego.
Se lograron incautar casi 600 kilos de cocaína, 40 kilos en metanfetaminas, 8 kilos de heroína y mil 360 kilos de marihuana, se estima que el valor total de las drogas incautadas asciende a los 29 millones de dólares.

El túnel tenía una construcción avanzada en cuanto infraestructura, ya que contaba con paredes reforzadas, ventilación, iluminación y un pequeño sistema de rieles.
En el operativo también participaron los departamentos de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, la Administración del Control de Drogas y la Fiscalía de los Estados Unidos, además de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Fiscalía General de la República.

Robert Brewer, fiscal federal, aseguró que "si los carteles siguen gastando millones de dólares construyendo túneles, seguiremos encontrándolos y llenándolos".