TIJUANA.- Si Gabriel González Celestino fuera del espectáculo, sería Laura Bozzo. La señorita Laura de la política tijuanense. Porque en realidad no es político – así como Bozzo tampoco es artista – y se exhibe de forma escandalosa, con declaraciones tan fuertes como falsas, para llamar nuestra atención.
Fue abogado de oficio en el caso de Anastasia Lechtchenko, la joven de ascendencia rusa que asesinó a su madre y hermana menor.
El trabajo de González Celestino,como defensor de Lechtchenko, fue más dañino que benéfico, y poco pasó para que el padre de la joven decidiera prescindir de sus servicios. Ahora, ese mismo abogado dice que buscará la alcaldía de Tijuana, como "candidato de unidad por el Partido Acción Nacional".
Por mucho tiempo se ha dicho que el PAN propondrá a quien muchos consideran la mejor carta albiazul, sobre todo en épocas de gran desconfianza.
Juan Manuel Gastélum ha sido señalado como virtual candidato del PAN en cada medio de la región. En parte, por su experiencia como exdiputado federal, pero también porque los tiempos son competitivos y cada vez es más difícil, con justa razón, convencer al elector de dar su apoyo a los partidos.
Ante la figura independiente, la única forma de ganar sería con un representante de historial limpio y verificable. Una búsqueda en internet es suficiente para observar que a pesar de la fama que se cargan los partidos políticos, a Gastélum no le persiguen acusaciones de fraude, de enriquecimiento ilícito, ni de nexos con el crimen organizado.
Es lamentable pensar que en nuestro país, un político "sin cola" sea motivo de aplausos, cuando debería ser la norma. Aun así, es una fama de la cual no pueden presumir otros militantes, del partido que a usted más le guste.
Así que volvamos con González Celestino, quien se dice abogado y panista desde 1994, aunque nunca se ha desempeñado como legislador, ni por elección popular ni por la vía plurinominal. Es presidente del Consejo Ciudadano de Procuración de Justicia, una asociación que él mismo fundó, para poder presentarse como líder en algo.
Ahora dice que él será el candidato de Unidad del PAN. Que cuenta con 3 mil 500 militantes que lo apoyan y que irá a tribunales si el partido no lo escucha. Además, aseguró ayer en rueda de prensa que va denunciar actos anticipados de campaña.
¿Es este circo, parte de una campaña negra para beneficiar a otro partido? ¿A este punto llegó el miedo de perder? Es difícil creer que alguien, con una trayectoria, oportunista y calamitosa, tenga buenas intenciones entre manos.
Esto no se trata de defender ni de atacar, sino de preguntarnos con qué intención aparece alguien a reclamar cargos que no se han ganado. ¿Por qué no se registró como aspirante independiente si su interés es legítimo?
Un dicho reza que si no puedes vencer al enemigo, intentes confundirlo ¿pero en este caso a beneficio de quién?
Recordemos que estas elecciones serán especialmente difíciles gracias a la gran cantidad de opciones que tendremos en la boleta, entre partidos e independientes.
El temor de unos cuantos, es que esa misma diversidad impacte en el voto de quienes sí buscan hacer la diferencia, pues un voto dividido no cambiará nada. Al final, confundidos y decepcionados de la política, muchos no votarán, dejando su futuro en manos de unos pocos, que van a las urnas, seducidos por una despensa tricolor.
Ya lo han señalado otros medios, como el Semanario Zeta, en fechas recientes: el PRI intenta derrumbar al PAN, porque lo considera su mayor rival. ¿Tendrá algo que ver o sugerirlo es pecar de malpensado?
Fernando García es egresado de Derecho por UABC y nuevo colaborador en San Diego Red.
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