Fueron más de tres décadas donde la Madre Antonia Brenner ayudó a los presos de Tijuana. Hoy esa luz se apagó y la ciudad le recordará como uno de sus personajes de mayor corazón, hasta ahora no han revelado la causa de su fallecimiento.
El concepto de "amor al prójimo" tomó vida con esta mujer, quien llegó a Tijuana en 1977. Luego de haberse integrado a Nuestra Señora de la Caridad de San Juan Eudes, Antonia decidió dedicar su vida a la causa de los presos y habitó dentro de la Penitenciaría de la ciudad hasta hace poco, cuando su enfermedad intentó cerrarle la puerta.
Anteriormente, se convirtió en Fundadora de la orden Eudesiana de las Siervas de la Undécima Hora, llamadas así por ser religiosas que se consagran en la tercera edad, después de haber gozado de una vida con matrimonio, hijos y nietos, sabiendo que había un llamado especial para ella.
"Debemos aprender a perdonar", indicó la religiosa estadounidense de origen irlandés en una entrevista, "sobre todo a las personas que salen de la cárcel y que nadie quiere recibir. Debemos darles otra oportunidad, ya que si no lo hacemos regresarán a la oscuridad". Para la Madre Antonia, se trataba de consagrar su vida a Cristo, quien para ella estaba disfrazado de prisionero.
"En esos 33 años nunca conocí a alguien que no valiera lo suficiente como para darle mi corazón, mi amor, mi cuidado, mis lágrimas, mi risa y las cosas que damos como ropa, jabón, toallas Aunque lo que más damos es bondad, existen tres pasos para llegar al cielo, el primero es bondad, el segundo es bondad y el tercero es bondad.", declaró la religiosa a la revista "Mujer Actual".
A pesar de que en los últimos años recibió órdenes de reposo y decanso, la Madre Antonia continuó atendiendo a quien consideraba sus hijos en la medida de lo posible y obtuvo un reconocimiento mayor con un documental que mostraba su gran labor. La obra "La mamá", fue realizada por Jody Hammond y se encuentra con versiones en inglés y en español. Antonia Brenner nació el 1 de diciembre en Los Ángeles, California.
Descance en paz.
Brenda.Colon@sandiegored.com
