Con el lema “Juntos como un solo pueblo de Dios”, este sábado se realizó la 32ª edición de La Posada sin Fronteras, un encuentro binacional que tuvo lugar junto al faro de Playas de Tijuana y, de manera simultánea, en San Diego, a la altura de la frontera por Whiskey 8.
El acto volvió a convertirse en un símbolo de amistad y solidaridad entre comunidades de ambos lados de la frontera Tijuana-San Diego. Amigos, familias y personas de fe de Tijuana y San Diego, se dieron cita en este evento anual que recuerda la búsqueda de José y María por refugio en Nochebuena, una historia que se reinterpreta desde la realidad actual de miles de personas migrantes que llegan a la frontera en busca de protección y una vida digna.
Durante la jornada, las y los asistentes entonaron villancicos, escucharon mensajes de líderes religiosos y sociales, y elevaron oraciones en memoria de quienes han perdido la vida en el intento de cruzar hacia Estados Unidos durante el último año.
Del lado de Tijuana, frente al muro fronterizo, Macrina Cárdenas Montaño, integrante de la Coalición Pro-Defensa del Migrante, subrayó que el mensaje central de la posada es que las fronteras no deberían dividir a las personas. Señaló que, siguiendo el ejemplo del cristianismo, se busca promover entradas humanitarias y la construcción de la paz, en un contexto donde las personas migrantes enfrentan condiciones cada vez más adversas.
Añadió que la situación de este sector ha empeorado y que la crueldad en su contra ha aumentado, por lo que insistió en que todas y todos tienen derecho a un trato digno.
