La alcaldesa electa de Tijuana, Monserrat Caballero Ramirez, asegura estar en contra del nepotismo, siempre y cuando no se trate de sus hermanos, David y Alma Delia Caballero Ramirez. Quienes gozan de cargos singulares y de no ser alcanzados por la ley.
Según el diccionario etimológico, la raíz de esta palabra viene del latín Nepote, que significa protegido papal. Comúnmente entendido como una exagerada preferencia que se otorga a un pariente para ejercer cargos públicos. Sospecho que la alcaldesa electa ignora el significado de esta palabra. De no ser así, bastaría que nos explicase el reciente nombramiento de la nueva presidente del patronato del SDIF, su hermana Alma Delia, quien a cuatro semanas de su nombramiento, aún desconoce el funcionamiento de la institución a la que representa, sin mencionar su profundo conocimiento en materia sociocultural y bienestar.
El otro beneficiado, acaso más ridículo, pero no menos llamativo, es el de su hermano David Caballero, quien ejerce el difícil trabajo de secretario personal, cuya pesada labor consiste en cargar la importante bolsa de la alcaldesa electa. La cual asegura que es la única persona capacitada para ejercer tal labor, pues goza de su plena confianza. Esa confianza ya ha producido frutos; el pasado martes 14 de junio, en las calles de la colonia cacho, elementos de la fuerza estatal detienen a una camioneta que no respetó la señal roja del semáforo, sobre el blvd aguacaliente. Después de un forcejeo con los estatales, los conductores, que también eran escoltas, mostraron sus credenciales y pudieron retirarse de la escena. En la camioneta se encontraba el hermano de la alcaldesa electa.
¿Será relevante mencionar que la camioneta en cuestión se trataba de una pick up modelo RAM, propiedad de la secretaría de protección Ciudadana Municipal? supongo que el lector ya lo habrá sospechado. Lo que sí puede ser relevante es que el pasado lunes 13 de junio, dicho vehículo fue marcado como sospechoso por haber sido utilizado para secuestrar a un hombre que después fue localizado sin vida, según informa Antonio Campa Subsecretario de Seguridad y Protección de Baja California.
Sin embargo, a su defensa ha salido Monserrat, quien afirma que su hermano no infringió la ley, pues no iba a exceso de velocidad ni se pasó la luz roja, como seguramente le explicaron sus escoltas y él mismo, ya que ella no se encontraba en el momento de los hechos. De ser así, al mero estilo presidencial, ella misma con sus propias manos, le da de coscorrones al niño para que aprenda.
Esperemos que la mucha confianza que ella deposita en sus hermanos no enceguezca su labor de alcaldesa. Aunque sería mejor, en medio de tanto nepotismo y contradicciones, no esperar nada.
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