De acuerdo con la versión de los oficiales, los jornaleros intentaron ingresar a un rancho de la comunidad triqui para quemarlo; sin embargo, las organizaciones campesinas aseguraron que los problemas iniciaron cuando los jornaleros impidieron el transporte a varios de sus compañeros, por lo que los empresarios llamaron a las autoridades para evitar el boicot a la jornada laboral.
Los enfrenamientos dejaron alrededor de 80 heridos y cuatro detenidos. Max Correa Hernández, secretario general de la Central Campesina Cardenista y Fidel Sánchez Gabriel, vocero del Movimiento de Jornaleros Agrícolas de San Quintín, exigieron al gobierno la atención inmediata de los lesionados y la liberación de los detenidos.
Correa Hernández indicó que los líderes de la alianza reprueban los actos violentos ya que su postura siempre ha sido pacífica y acusó que "la intervención de la policía estatal fue un claro acto de provocación".
El próximo miércoles, el subsecretario de Gobierno estatal, Luis Enrique Miranda, viajará a San Quintín para dar a conocer el resultado de la evaluación sobre las condiciones de trabajo en los campos realizada por visitadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Con información de El Universal
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