El Colectivo CESODI, junto a la Colectiva Mujeres México, lograron la restitución interestatal de dos menores de edad a una madre sobreviviente de violencia vicaria. Los niños habían sido sustraídos de su domicilio por su propio padre y fueron trasladados a Cancún, el padre en ese momento hizo todo lo posible por obstruir cualquier paso de comunicación y rompió el vinculo materno-afectivo, generando que fuese más complejo para la madre el tener un regreso cálido con sus menores.
Tras 500 días de separación forzosa, Jessica Raquel González Quintero expresó lo difícil que ha sido la recuperación de sus propios hijos, sobre todo por la manipulación que sus hijos sufrieron por parte del padre y que eso mismo ha generado que los menores no se acerquen a ella con el amor que ella esperaría.
“Vienen con rechazo, odio y manipulación, pero estoy viendo que se sienten bien con mamá, están recordando que le cocinaba, que los consentía y cuidaba. Pero será un proceso largo, yo ahora veo niños nuevos, siento que no conozco a mis niños.”
Jessica remarcó que sin Colectivo CESODI y las abogadas, Lic. Alma Félix y Lic. Jennifer Rivera, nada de esto hubiese sido posible. Asimismo indicó la importancia de hablar más sobre la violencia vicaria y de visibilizar casos como el suyo para que esto deje de ser una constante.
Actualmente el agresor se encuentra en prisión preventiva, está vinculado a proceso por ambos delitos, retención y violencia vicaria.
¿Qué es la violencia vicaria?
La violencia vicaria se define como el uso de los hijos e hijas para amenazar, controlar o hacer sufrir a la madre. Esta agresión no solo busca causar dolor emocional, sino que pone en riesgo el bienestar físico y psicológico de los niños y niñas.
Los agresores pueden manifestar la violencia de diferentes formas: manipulación emocional, descuido o abuso e interferencia en la relación.
