El apellido "Fimbres" es de gran eco en Tijuana. Con él nos encontramos ante una familia que ha dado el mejor esfuerzo por engradecer a la región, el nombre es quien respalda a grandes empresas como Calimax, que aún con las nuevas generaciones siguen trabajando para el mismo fin y con el pasar de los años también han buscado la manera de apoyar a la sociedad con diversas actividades sociales y altruistas.
¿Cómo llegó Francisco Fimbres a Washington? Desde el apoyo familiar, la preparación académica y el esfuerzo, SanDiegoRed tuvo la oportunidad de develar el secreto, aquí lo que nos contó.
"Llegué a Washington, DC en 1996 después de haber pasado dos años fenomenales en el CETYS de Tijuana, Baja California donde conocí, trabajé y conviví con grandes amigos y amigas de toda la Baja. Inicialmente me vine a terminar mi carrera a American University en Estudios Internacionales, pero las oportunidades de crecer en lo personal y profesional se materializaron y me terminé quedando en Washington, DC.

Sin embargo el interés, apego y amor por Mexico, pero en especial Tijuana y Baja nunca se me fueron. Me interesa que le vaya bien a nuestro Estado y generosa ciudad. Tijuana y Baja son tierra de forjadores. Gente buena y trabajadora. Claro como todo lugar en el mundo, ya sea aquí en Washington, DC, Tijuana o en China existen manzanas podridas y muchos retos, pero tengo fe y esperanza que los Tijuanenses siguen evolucionando y transformarán a Tijuana en la ciudad que todos sonamos vivir.
La innovación, evolución y transformación de los ciudadanos es clave. Necesitamos fomentar mas la cultura de activismo civil y social por vías pacificas y diplomáticas.
Pero los valores se obtienen en la casa. Tuve la fortuna de tener buenos y comprometidos familiares que siempre me apoyaron pero aun más importante, me permitieron ser independiente y crecer. No fue fácil dejar a mi familia, ni seres queridos, sin embargo fue muy necesario.

Las cualidades que me han permitido sobre salir en la Capital de los Estados Unidos son muy Mexicanas. Ser chambeador, sincero, carismático, educado, generoso, bohemio (en sus momentos apropiados) y social. Esto es lo que me han dicho, no es una descripción personal. Más que nada, ser auténtico. Pero me he dado cuenta que la sinceridad aunque a veces incomode o lastime, si se profesa o practica con respeto y diplomacia se aprecia mucho por otros.