Mochilas y bolsas van en los lockers de la atracción y luego se tiene que esperar, esperar y esperar. No por la sobremesa, sino por la limpieza y las medidas de seguridad que son imprescindibles para las 22 personas, más los chefs que suben a la mesa.
El cuerpo es asegurado a la silla con cintas y cinturones, de la misma manera que lo hacen en una montaña rusa. Se puede girar (pero no chocar con el de a lado) y bajar el respaldo del asiento por completo. Quitarse alguna de estas cintas en cualquier momento o para tomarse una foto no es una opción.
La mesa se alza lentamente a 45 metros de altura por una grúa. En esta muestra se tuvieron a bordo aperitivos del Restaurante Cien Años y la original ensalada Caesars, todo acompañado con vino y cerveza artesanal.
Pasadas las tres de la tarde, con el viento agitando levemente la mesa, el cabello se alborota en la cara y la ensalada puede salir volando del tenedor si te encuentras en la esquina de la mesa o de espaldas al viento. Todo depende de las condiciones allá arriba.
El atractivo promete dosis adrenalina que cambiarán el sabor de la comida y bebida en el cielo, al reservar y pagar 180 dólares por persona. Precio que incluirá hasta cinco tiempos, incluyendo vino y cerveza. Una comida que durará una hora y media.
Dinner in the Sky se ha realizado en Mexicali y en el Valle de Guadalupe en Ensenada. Por dos meses a partir del 2 de abril estará en el Estadio Caliente para posteriormente llevarlo a Cumbres de Juárez donde se podrá ver un paisaje de Tijuana y San Diego.
Para más información y apartar un asiento en la mesa, se puede hacer vía inbox Facebook, al correo experiencia@dinnerintheskybaja.com o al teléfono 686 557 4855.
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