Además del parentesco político, a Jaime Chris López Alvarado y a su suegro Mario Escobedo Carignan los hermana un anhelo en común: ambos sueñan con la alcaldía de Tijuana. Escobedo la ha buscado ya un par de veces en los dos anteriores procesos preelectorales, pero al final se ha salido de la contienda, mientras que Chris siente que su tiempo se acerca y que ahora sí ya le toca. Sería interesante saber lo que platican suegro y yerno en las comidas familiares respecto a la homologación del IVA en la frontera, porque si alguien se ha envuelto históricamente en la bandera del comercio fronterizo, ha sido Escobedo. Como presidente de la Canaco, el suegro de Chris López ha sido un férreo y tenaz combatiente a favor de la zona libre, zona económica estratégica y de todo aquello que sea en pro del comerciante regional. Escobedo se mantuvo firme frente a los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, exigiendo siempre mejores condiciones para el comercio fronterizo y oponiéndose a medidas absurdas como el Siave.
Vaya, incluso en los anuncios espectaculares que manejó como estrategia de precampaña a finales de 2012, Escobedo exhortaba a los tijuanenses a hacer las compras navideñas de este lado de la frontera para apoyar el comercio local. Se da por hecho que Escobedo no debe estar muy contento con la idea de la homologación del IVA en la frontera que su yerno ha sido obligado a defender. Actualmente la Canaco tijuanense es el organismo que mayor antesala y cabildeo ha hecho frente a la puerta de la oficina de Luis Videgaray y todo hace indicar que Karim Chalita y los suyos ya han logrado conmover el corazoncito del secretario de Hacienda.
El problema es que el diputado Chris López ya ha sido identificado por los tijuanenses como el gran apologista de la reforma fiscal. Posiblemente en su fuero interno Chris rechace la homologación del IVA, pero lo importante no es lo que el joven diputado piense, sino lo que sus jefes en el partido le ordenen que diga. En ese sentido, Chris López ha debido cambiar de estrategia tres veces en dos semanas. Su táctica original, era recurrir al añejo arte de nadar de muertito, que algunos diputados perfeccionan al nivel de lo sublime. La idea de Chris era evitar apariciones en foros públicos, no dar entrevistas y desaparecer un rato para que la opinión pública tijuanense no lo identificara con una reforma fiscal impopular. El problema para él fue que en la cúpula de su partido tenían otros planes y ante el desacato rebelde de la diputada Carmen López Segura, Chris fue enviado al frente de batalla para dar la cara y en su calidad de recién nombrado coordinador de los legisladores priistas bajacalifornianos, salir a defender la reforma propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto.
VIDEO : El discurso de Chris López
Chris se encontró de pronto frente a un arma de dos filos. Por una parte, el muchacho sabe muy bien que al aceptar sumiso las órdenes de la cúpula de tricolor y salir a defender públicamente a su presidente, está sumándole muchos puntos a la canastita de la meritocracia. En el PRI, como en la mafia, la lealtad y la sumisión incondicional al capo se recompensan y se recompensan muy bien. Chris López sabe bien que al ser nombrado coordinador y al dar la cara por su presidente, hace méritos suficientes para que Los Pinos lo apadrine y cobije en sus aspiraciones políticas cuando venga a buscar la alcaldía en 2016. Al defender públicamente la reforma fiscal y envolverse como mártir en la bandera de Enrique Peña Nieto aun a costa de sacrificar su popularidad, Chris sabe que se convierte en automático en el favorito para recibir la bendición de cúpula e imponerse por dedazo a cualquier otro aspirante priista a la presidencia municipal. La mala noticia para él, es que al aceptar salir incondicionalmente a defender una medida que es un cuchillo en las entrañas de las familias bajacalifornianas, el aspirante a la alcaldía pierde muchísimos puntos ante sus potenciales votantes. El diputado pudo salir a defender la economía de las familias que representa, pero sabe muy bien que eso le hubiera significado convertirse en apestado político ante la cúpula priista, como le ha sucedido a Carmen López. Jaime Chris López Alvarado tenía dos opciones: hacer méritos con sus jefes defendiendo una reforma indefendible, o convertirse en guardián de los intereses de los ciudadanos que le dieron su voto y lo llevaron a la Cámara. Chris no tuvo dudas: entre sus jefes y la ciudadanía, eligió a sus jefes. Ahora la estrategia de Chris rumbo al 2016, es la de apostarle a la mala memoria y a la apatía. Sabe que dos años son más que suficientes para que una ciudadanía tradicionalmente desmemoriada, olvide el agravio y le crea a la falsa sonrisa maquillada que exhibirá en su propaganda.
