Hace aproximadamente un año, la noticia de que el gobierno francés prohibió por ley el desperdicio de alimentos dio la vuelta al mundo. Francia se convirtió en el primer país en el que mercados ahora están obligados a donar su comida "sobrante" a organizaciones benéficas encargadas de distribuirla a los necesitados.
Sin embargo, en varias ciudades del mundo, incluyendo Tijuana, existe una idea que funciona sin la necesidad de un decreto, pues se lleva a cabo con el empoderamiento de las personas involucradas en ella.

Foto: Food, not Bombs en Tijuana
Food Not Bombs, o Comida, no bombas, comenzó como una idea en Massachusetts que iba en contra de la energía nuclear y se acabó convirtiendo en un movimiento de personas recolectando comida en buen estado cuyo destino era ser tirada a la basura, sirviéndola de forma gratuita en parques y espacios públicos, en forma de protesta.
Tuve la oportunidad de hablar con Chris y Camel, ambos involucrados en Comida, no bombas de Tijuana, quienes actualmente están establecidos de base en dos sedes: el Café A y el Hostal Pangea, ambos ubicados en el andador de la Calle Primera.
"Es una forma de protestar al por qué tantas personas pasan hambre en las calles, por qué se gasta tanto dinero en comida, por qué se gasta tanto dinero en otras cosas y no cuidar algo tan básico como el alimentar a la población, a las personas sin hogar. Los gobiernos se empeñan en ignorar este tipo de cosas, y considero que aquí en Tijuana es particularmente relevante el tema", comentó Chris.

Foto: Luz Gabriela Macías
Es por ello que resulta necesario que los mismos ciudadanos y organizaciones apartadas del gobierno busquen por sus propios medios el sanar un problema social que no ha podido ser solucionado.
"A los que nos dedicamos es básicamente a rescatar esta comida que está a punto de ser desechada pero que está en perfecto estado, y que por estética o por razones comerciales la desechan porque ya no es comercial, ya no es vendible, y pues ellos prácticamente la tiran, y nosotros nos encargamos de rescatarla, la concentramos aquí en la cocina comunitaria y se prepara. Todos los voluntarios vienen y pican verduras, cocinan, es como una reunión con amigos cocinando", comentó Camel sobre el modus operandi de Food Not Bombs en Tijuana.
VIDEO: COMIDA NO BOMBAS TIJUANA
Platicaron también que los recursos para la elaboración de los alimentos, los cuales son en su mayoría vegetarianos y veganos, son obtenidos directamente del Mercado Hidalgo y el Mercado Juárez, establecimientos de gran tradición en la ciudad.
Aseguran que las provisiones son, literalmente, rescatadas desde hace cuatro años que Chris comenzó con la idea en Tijuana. Poco a poco los locatarios del mercado comenzaron a conocerle y los movimientos se hicieron más simples, con horario establecido para la recolección de las provisiones, por las cuales no pagan ni un centavo.
"A mediodía empezamos con la recolección de los alimentos, durante la tarde los preparamos y se sirven entre 7:30 p.m. y 8:30 p.m. en la plaza de la Catedral de Tijuana, sobre la Calle Segunda. Antes los miércoles llegaba menos gente, pero con el tiempo ha ido creciendo", comentan.

Foto: Luz Gabriela Macías
Inclusive, en los inicios del movimiento, cruzaban a la vecina ciudad de San Diego para obtener provisiones de tiendas especializadas que terminaban por desechar la comida que ya no era, aparentemente, vendible.
"De hecho cuando empezamos hasta íbamos a San Diego para recoger comida que ya tiraron. Los viernes, Sprouts y ese tipo de tiendas tiran un chingo de comida en buen estados. Fuimos como a la media noche a sacar las cajas para traerlas para acá, cruzar la frontera, pero pues ya no se puede cruzar con tanta comida. Igual no importa, pues hay comida aquí y es más fácil irnos a los mercados que nos apoyan", afirma Chris.

Foto: Captura video Tijuana Comida, no bombas
Cada servicio de comida se le llama capítulo, y actualmente se realizan dos por semana en la misma locación, en la Zona Centro. En cada uno de estos capítulos se le otorga alimento a 100 o 150 personas.
Pero, ¿quiénes son los que sostienen el movimiento en la ciudad? Chris y Camel aseguran que es obra de los voluntarios. Hay cinco personas involucradas directamente, pero la cifra sube hasta 10 o 15 según el capítulo.
"Siempre es diferente, ya que (Tijuana) es un punto de encuentro para viajeros, hay gente de todas partes, amigos de todas partes que vienen y se interesan y se hacen parte del movimiento", explica Camel.

Foto: Luz Gabriela Macías
Sin embargo, no hay publicidad para Comida,no bombas, ya que es parte de los lineamientos del grupo. La idea es que esto se difunda de persona a persona.
"Por ejemplo, si alguien llega a ayudarnos y de repente le gusta la idea, e invita a alguien de sus amigos, es completamente bienvenido a colaborar en el siguiente capítulo. De hecho la invitación siempre ha sido abierta, para que cualquier persona que esté interesada venga, se presente, empiece a convivir con la banda y empezar a hacer cosas. No hay requisitos para ser parte de, porque más que ser un grupo. es una idea. Food Not Bombs es una idea. Si tú vas a un capítulo de Food Not Bombs y te gusta, pero vives al otro lado de la ciudad, tú puedes iniciar tu propio Food Not Bombs. Lo puedes hacer en tu comunidad, en el lugar donde vives. Básicamente así se esparce la idea", asegura Camel.
Si te interesó el movimiento o estás interesado en apoyar, puedes comunicarte con los muchachos en su página de Facebook: Tijuana Comida No Bombas
Más noticias en SanDiegoRed.com
Sigue a San Diego Red en Facebook y Twitter.
oscar.montoya@sandiegored.com