Mediante denuncias ciudadanas, se informó que el Presidente Municipal de Ensenada, Enrique Pelayo, pretendía modificar la ley de uso de suelo para otorgar un permiso a la inmobiliaria encabezada por Carlos Lagos con lo que serían construidas más de 2 mil quinientas viviendas y complejos turísticos en la región conocida como "Ruta del vino".

El artículo 15 de la Ley Urbana de Baja California dicta que para pueda realizarse tal cambio, debe llevarse a cabo una consulta ciudadana, hecho que no tuvo lugar. El Presidente Municipal convocó a una reunión casi a escondidas para realizar la votación correspondiente con gente que conocía y votaría a favor de la medida. Sin embargo, gracias a filtraciones dentro del mismo gobierno, la voz corrió hasta lo productores del Valle, quienes se presentaron en la sesión de cabildo planeada y mostraron su rechazo a la propuesta.
Desde entonces, los habitantes del Valle y ciudadanos del estado, han optado por no detener las denuncias contra quienes atentan al bienestar del Valle. De realizarse el cambio legislativo, más del 48% de áreas agrícolas desaparecerían y el daño sería irreversible. Cabe señalar que aunque el Valle de Guadalupe goza de recursos únicos, no son suficientes para suplir las necesidades que estos nuevos complejos crearían. Además de ser un proyecto que no es viable, también atenta contra la producción local de alimentos y bebida, grupos de productores que han creado medidas para llevar un desarrollo de acuerdo a lo que la región ofrece sin atentar contra el medio ambiente.
Ensenada es uno de los municipios más grandes de México, por lo que espacio para construir viviendas sobra y no es necesario dañar la región del Valle.

Como una manera de continuar las denuncias de esta amenaza, nació la comunidad "Por un Valle de Verdad", quien mediante redes sociales, ha mostrado la información del caso y las maneras en que puede ayudarse a la causa. En uno de sus manifiestos expresaron : "Una región, un municipio, un valle, es capaz de albergar hoy la vitivinicultura más progresista que ha existido en la historia del vino mexicano. Este hecho no es una coincidencia, la historia de la región demuestra que es el producto de muchos años de trabajo, en un espacio natural único y cuya actividad forma parte indisociable de la cultura y tradiciones de los que aquí vivimos. La estabilidad del Valle ha descansado en sus orígenes agrícolas, que a través de sus pobladores han no solo depurado la actividad, sino alcanzado en esta un símbolo de identidad regional."