Fue aprobada en comisiones por el Senado la primera ley contra la tortura en México, la cual obliga a los policías utilizar un dispositivo de rastreamiento satelital y poder rastrear su ubicación desde que un delincuente es capturado hasta el momento en que se entrega a las autoridades.
La Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes castiga con hasta tres años de cárcel a los policías y funcionarios públicos que traten de forma inhumana o degradante.
El propósito de colocar un rastreador en los cuerpos policíacos es el de monitorear y controlar los tiempos de los policías que realizan detenciones para entregar a los presuntos culpables al ministerio público, para evitar posibles actos de tortura.
Además, se creará el Mecanismo Nacional de Prevención, el cual estará compuesto por expertos independientes que serán parte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), cuya labor constará en hacer visitas sorpresa a cualquier centro de reclusión del país y vigilar sus actividades.
La ley no considera tortura al el sufrimiento físico o psicológico causado por medidas legales ni el uso legítimo de la fuerza.
Vía: Excélsior
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