España.- El conductor de un automóvil que había estacionado su vehículo en la ciudad española de Toledo con una placa falsa para poder ocupar lugar privilegiado para conductores con problemas físicos se comió la boleta de una multa que le fue impuesta por unos policías para elimina las pruebas de su falta.
Los hechos ocurrieron cuando uno de los empleados que vigilan que los vehículos están correctamente estacionados detectó en la placa falsa en uno los automóviles estacionados y alertó a la policía.
Cuando se iba a proceder a tramitar la denuncia y a retirar el vehículo con la grúa municipal, llegó el conductor y ante el asombro de los agentes tomo la multa, la masticó y se la tragó.
El hombre es acusado por falsificación y desobediencia.