Mientras a los ciudadanos y visitantes estadounidenses se les pide extremar precauciones al encontrarse en México gracias a la detención de familiares y socios de la organización criminal "Zetas", el Presidente de México, Felipe Calderón habló con el Wall Street Journal sobre la reducción en los índices de violencia producto de la guerra contra el narcotráfico.
Señaló que durante los primeros cinco meses del año en curso, por primera vez se han reducido en un 12% los estragos ocasionados por la guerra contra el narcotráfico, medida que durante su sexenio ha sumado cerca de 60 mil muertos.
Calderón afirma que es la primera vez que la violencia se reduce en los últimos ocho años. Aun así, instituciones independientes indican que es muy pronto para saber si tal declive continuará.
El presidente mexicano considera que su sucesor deberá continuar con una estrategia firme de seguridad y espera que su sexenio sea recordado por haber logrado una diferencia que si bien ha costado mucho en distintos aspectos, también recurrió a medidas que nadie había querido tomar anteriormente. Recalcó que el nuevo presidente o presidenta de México deberá trabajar por un sistema de justicia efectivo y una policía honesta.
Como un cáncer que carcome la sociedad, el narcotráfico es uno de los grandes problemas en Latinoamérica y es por ello que Calderón ha sumado su voz a la de los presidentes de Guatemala y Colombia para abogar sobre la legalización de algunas drogas como la mariguana a Barack Obama. Expresó que la acción no solo dependía del Presidente de Estados Unidos, que también el Congreso y la Sociedad debían apoyar la idea.
Uno de los ejemplos en el cambio de la balanza es Ciudad Juárez que hasta hace poco era la una de las capitales del crimen. Durante los primeros cinco meses del 2011 se reportaron 958 muertes, en el 2012 durante el mismo periodo, la cifra es de 491.
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