Bogotá, 29 ago (EFE).- La guerrilla del ELN consideró hoy un imposible la desmovilización y el desarme de las fuerzas rebeldes como condición para la apertura de un diálogo de paz con el Gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
"Para justificar su aversión a la paz, (Santos) pone como condición para abrir los diálogos que arranque por un imposible: la desmovilización y el desarme", rechazó el grupo insurgente en un mensaje divulgado por su revista informática Insurrección.
Es una "estrategia tramposa que quiere imponer, sin dar señas de los cambios que el país requiere, por los que lucha la guerrilla y el pueblo", añadió el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que es la segunda guerrilla del país tras las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Según el ELN, Santos "habla de paz para despercudir su imagen de hombre de la guerra y de los 'falsos positivos' (muerte de civiles que son presentados como rebeldes caídos en combate)".
Sin embargo, la apuesta del gobernante es "a la intensificación de la guerra para doblegar la guerrilla y aplastar la oposición política, incómodas para el proyecto de acumulación de la oligarquía y los intereses imperialistas".
En este contexto, insistió en que Santos, como continuador de su predecesor y correligionario Álvaro Uribe (2002-2010), al mismo tiempo habla de paz y "traza políticas que impiden el acercamiento y bloquea las posibilidades de caminar hacia ella".
Santos se ha acostumbrado a su estribillo de que "la llave de la paz no la ha tirado al mar" que "la tiene disponible cuando la guerrilla dé muestras de querer entregarse y deponer las armas", criticaron los rebeldes.
Como consecuencia de esta postura, cierra las puertas y ventanas a las facilitaciones e intentos de búsqueda de una salida política, hasta el extremo de no designar un comisionado para la paz, agregó el ELN, y observó que también persigue a personalidades que trabajan por una salida negociada, como la exsenadora Piedad Córdoba.
"Con el Gobierno de Santos la posibilidad de la paz está atrancada y lejano el horizonte", puntualizó el ELN, que reivindicó su disposición y la de las FARC para "avanzar hacia la paz real, que es la aspiración del pueblo".
Son varios los intentos que los rebeldes han hecho en favor de la paz, pero todos "fallidos ante la falta de voluntad política de los Gobiernos de turno", según el ELN, en armas desde 1964 y con unos 4.500 combatientes.
"Así los diálogos se convirtieron en una mesa destartalada de sordos, donde no se avanza porque se parte de conceptos y propósitos totalmente opuestos sobre la paz", advirtió la misma guerrilla.
