San Juan, 20 sep (EFE).- El Gobierno impulsa una legislación para dar incentivos fiscales a empresas que se instalen en Puerto Rico con el objetivo de crear miles de puestos de trabajo y reducir un desempleo en alza que supera el 16 por ciento.
El gobernador Luis Fortuño anunció que el Ejecutivo que encabeza presentará esta semana ante la Cámara de Representantes, en Washington, el proyecto "Ley de Promoción e Inversión de Puerto Rico (PRIPA, por sus siglas en inglés) para su aplicación en la isla.
Fortuño explicó que la medida propone que cualquier empresa estadounidense que se instale en Puerto Rico y que elija operar como una corporación doméstica de Estados Unidos sea tratada en términos fiscales como cualquier residente de la isla caribeña.
Aclaró que eso significa que esas compañías no pagarían contribuciones federales sobre los ingresos que se generen en el Estado Libre Asociado.
La medida permitiría que las empresas que se instalen en la isla y generen al menos un 50 por ciento de sus ingresos en Puerto Rico paguen impuestos locales -patentes, impuesto sobre la propiedad, entre otros-, pero en Estados Unidos serían reconocidas como individuos, por lo que no tributarían sobre ingresos a nivel federal.
Además, la matriz de la compañía que opere en Puerto Rico recibiría dividendos por sus operaciones en la isla caribeña que obtendrían un trato fiscal favorable en Estados Unidos.
La iniciativa, según el plan del Ejecutivo de Luis Fortuño, permitiría que muchas multinacionales se instalen en la isla, lo que se traduciría en miles de empleos para una economía puertorriqueña que sufre su quinto año consecutivo de recesión.
El fundador del "laboratorio de ideas" Coalición del Sector Privado -grupo de líderes de empresas que promueve la medida-, Francisco Rodríguez, señaló hoy a Efe que la iniciativa puede suponer que muchas compañías estadounidenses se instalen en Puerto Rico ante las ventajas de esa oferta fiscal.
Rodríguez, además director general de UBS Financial Services Puerto Rico, aclaró que por cada 500 millones de dólares que las compañías estadounidenses inviertan en Puerto Rico se crearían cerca de 10.000 puestos de trabajo en la isla.
El Ejecutivo pretende con la iniciativa atraer 2.000 de los muchos miles de millones de dólares que se estima las empresas estadounidenses mantienen fuera de su jurisdicción de origen para evitar el pago de la tasa corporativa del 35 por ciento al Servicio de Rentas Internas federal (IRS).
La medida supone una enmienda al Código de Rentas Internas federal para que las corporaciones establecidas en Puerto Rico soliciten que se les trate como individuos residentes en la isla y como tal los ingresos allí obtenidos estén exentos parcialmente del pago de contribuciones federales.
El anuncio de Fortuño coincide con la publicación de los datos de desempleo relativos al pasado mes de agosto, que aumentó 0,1 puntos en relación al mes anterior, hasta situarse en el 16,4 por ciento.
En relación a agosto de 2010, el desempleo aumentó en 0,3 puntos, con lo que mes el número de personas sin trabajo era de 2006.000.
La caída del empleo en Puerto Rico corre paralela a la crisis económica causante de un déficit presupuestario de cerca de 3.000 millones de dólares.
El Gobierno trató de combatir ese desequilibrio presupuestario con el despido masivo de empleados públicos a través de la Ley 7, que el Gobierno estima ha supuesto la pérdida de cerca de 15.000 empleos y que la oposición eleva al doble.