WASHINGTON.- Estados Unidos indicó este miércoles, en su informe anual sobre narcóticos en el mundo, que pese a los esfuerzos del Gobierno mexicano y la detención de figuras clave del narcotráfico en 2011 la lucha contra los carteles es aún débil en estados y municipios.
En su informe sobre la Estrategia para el Control Internacional de Narcóticos, el Departamento de Estado indica que el Gobierno del presidente mexicano, Felipe Calderón, combate "duramente" el tráfico de drogas y a las organizaciones criminales que los sustentan, al tiempo que recordó que ha dado "pasos sin precedentes para reducir la corrupción en la fuerzas del orden público".
No obstante, el informe señala que mientras el imperio de la ley mejora a nivel federal, las autoridades estatales y municipales "son aún vulnerables a la corrupción" y están implicadas en movimientos y contrabando de drogas e impiden operaciones federales y militares.
"Pese a los esfuerzos, la violencia continúa, la producción y consumo local se incrementa y los narcóticos ilegales desde Suramérica pasan a través de México de camino a los mercados en Estados Unidos", destaca el Departamento de Estado.
Asimismo, el informe advierte que las reformas en el poder judicial son "desequilibradas", con sólo unos pocos estados en el proceso de implementar la reforma de la Justicia, que ha de entrar en vigor para 2016.
"La reforma deberá establecer un sistema judicial que promueva los juicios justos, la transparencia, métodos de resolución alternativos y mejore capacidades en todo el sistema", precisa el informe.
El mismo reconoce la diferencia de posturas en la opinión pública mexicana sobre el coste de la lucha contra el narcotráfico, especialmente por los abusos de los derechos humanos, mientras que "la corrupción sigue siendo un impedimento en los esfuerzos en antinarcóticos".
Según el análisis, los éxitos en la lucha contra los carteles de la droga, que se saldaron en 2011 con la detención de líderes clave, ha hecho que estas organizaciones busquen ingresos por medio del secuestro, la extorsión, el tráfico de personas y el menudeo de estupefacientes.
Estados Unidos indicó que ha intensificado sus esfuerzos para contener la demanda de drogas desde su territorio, así como el flujo de armas y dinero hacia México que alimentan al narcotráfico.
El 95 por ciento de la cocaína que se consume en Estados Unidos proviene de México y Centroamérica, mientras que la Oficina del Fiscal General estima que de las 94 mil armas confiscadas en México en los últimos cinco años 64 mil tienen su origen en el vecino del norte.
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