Por meses los habitantes de Ámsterdam han pedido a las autoridades locales que frenen el flujo constante de turistas que llegan a la capital holandesa.
De acuerdo con la oficina de turismo, al menos 5.2 millones de personas visitaron Ámsterdam en 2016, una gran cifra comparada con sus apenas 800 mil residentes.
Los ciudadanos se han visto en la necesidad de pasar los fines de semana fuera de la ciudad, a causa de la muchedumbre y el ruido nocturno, ocasionado en gran parte por la presencia de foráneos.
Las autoridades locales reaccionaron a las quejas y anunciaron alzas en los impuestos con el objetivo de reducir el número de mochileros y juerguistas nocturnos.
El responsable de Finanzas del Ayuntamiento, Udo Kock, dijo que esta medida no sólo detendrá a los "turistas de bajo presupuesto", sino también atraerá millones de euros a las arcas de la ciudad.
Con información de El Universal.
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