Cuernavaca .- Cerca de mil personas, encabezadas por el poeta Javier Sicilia, iniciaron el jueves una marcha por una autopista que cruza montañas y valles del centro de México, para exigir la reconstrucción del país, "destruido" por la criminalidad y la violencia, que ha dejado unos 40 mil muertos desde 2006.
"¡Estamos hasta la madre! Marcha por la paz" es el lema de esta caminata de unos 80 kilómetros que arrancó este jueves desde la turística Cuernavaca (centro) hacia Ciudad de México, adonde llegará el sábado para pernoctar en el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y concluir el domingo con una gran manifestación en el Zócalo, la principal plaza pública del país.
"Llegaremos al Zócalo, donde nuestros primeros pobladores vieron este símbolo nacional (la bandera) que está fracturado, hecho jirones, destruido por la criminalidad y por una guerra que no quisimos que fuera así", dijo al iniciar el recorrido Sicilia, que perdió a su hijo Juan Francisco, de 24 años, asesinado junto a otras seis personas en marzo pasado.
El frente de la marcha, además de Sicilia, quien porta una bandera de México, está integrado por otras personas que a fuerza de la violencia se han convertido en activistas, como Eduardo Gallo, al que secuestradores le mataron a su hija, o Julián Le Barón, cuya comunidad enfrentó a bandas criminales que asesinaron a gente que se negó a ser extorsionada.
También participa el obispo Raúl Vera, de 65 años, quien se ha convertido en un defensor de los mineros del norteño estado de Coahuila, víctimas de accidentes en las explotaciones de carbón por un cúmulo de negligencias.
Con esta marcha, Sicilia y sus seguidores buscan despertar a los mexicanos para que participen en un pacto nacional que lleve a la reconstrucción del país, asolado desde hace cuatro años y medio por la violencia del crimen organizado, que se ha cobrado unas 40.000 vidas.
El poeta no excluye a las autoridades, también las convoca a este cambio, pero dice que si la clase política no quiere, los ciudadanos de a pie tienen que hacer el cambio antes de que a este país se "lo lleve la chingada (el desastre)".
Sicilia reclama justicia por la muerte de su hijo, pero también por la de otras 40 mil personas y exige que pare este baño de sangre cotidiano que enluta a los hogares mexicanos.
"Vamos a Ciudad de México a exigirles a las autoridades que vuelven a mirar bien este país o se lo va a llevar la chingada, y hacer un pacto para reorientar la vida de este país. Darle un buen tejido social, porque sin éste no se puede articular nada de la política, de la sociedad civil y de los procesos democráticos", dijo al arranque de la marcha.
La caminata inició con una tibia adhesión, que apenas sumaba unas decenas, pero conforme iba avanzando el contingente montaña arriba se fueron integrando más personas.
Al llegar a los diez o doce kilómetros eran casi mil los manifestantes que recibían el apoyo de automovilistas que hacían sonar sus bocinas y mostraban un puño en señal de aprobación.
¿Por qué un poeta recibe este apoyo de la gente?, preguntó Efe a Julián Le Barón, un hombre que llegó desde Chihuahua, ubicada en la frontera con Estados Unidos y la provincia más castigada por la violencia de los últimos cuatro años y medio.
"Los poetas dicen mejor las cosas, con las mejores palabras y con esas ha tocado el corazón de muchos, como el mío", respondió este hombre recio del norte mexicano.
Además, "la gente está cansada de tantas muertes. Está ofendida por tanta violencia", expresó.
El poeta Sicilia, que entre pausas de la marcha fuma un cigarrillo, asegura que su movimiento no quiere destruir las instituciones, porque éstas "ya están destruidas".
"Queremos reformarlas y refundar esta nación. Y si no quieren con ellos (los políticos), lo haremos con otros", afirma este escritor que ha logrado llamar la atención de distintos sectores y que, aunque ha asegurado que no escribirá más poesía, declama poemas con su voz.
"Vamos a caminar en silencio porque nuestro dolor es tanto que es indecible, porque el silencio es el lugar donde se escucha la palabra. Nuestro mundo está lleno de ruido, de muchas palabras vacías porque no hemos aprendido a hacer el silencio", dijo Sicilia frente a la fuente de La Paloma de Paz, donde inició el recorrido.
Apenas ayer el presidente de México, Felipe Calderón, declaró en un mensaje a la nación que mantendrá su estrategia de doblegar a los criminales mediante la fuerza, apoyado en 50 mil soldados y 20 mil agentes federales distribuidos en los puntos más conflictivos del país.
En una aparente respuesta a esta postura, Sicilia dijo: "Con esta marcha estamos diciendo que México está de pie, que México no tiene miedo y va a defender a los hijos e hijas de este país y que no vamos a ser rehenes de nadie".
