Héctor Rodarte y Eduardo Zárate son dos personas discapacitadas que se unieron a la lucha contra los estragos del terremoto el pasado 19 de septiembre.
Con más de 320 muertos y miles de damnificados en el centro del país, estas historias definitivamente te hacen recuperar un poco de fe en la humanidad.
Héctor tiene 27 años y se dirigió a Jojutla, el epicentro del sismo para ayudar a los residentes a recuperar objetos o fotografías familiares de los hogares destruidos. Sú único descanso son unas pocas horas de sueño cada noche. Rodarte perdió su pierna hace 7 años cuando sufrió de un atropellamiento.
"Ayudar a los demás es algo que nace desde el fondo del corazón”, dice Héctor.
Por otro lado, Eduardo, o como su famila le dice "Edy," usa una silla de ruedas, pero a pesar de eso, no dudó en viajar hasta la Ciudad de México desde Morelia y Michoacán después de que se enteró que uno de sus queridos amigos se encontraba atrapado entre los escombros de un edificio. En cuanto llegó no dejó de trabajar, 24 horas seguidas, hasta que el cansancio lo venció.
A pesar de esto, al sentirse mejor continuó con su ardua labor, la cual fue generosamente recompensada porque en efecto, encontró a su amigo con vida.
Edy ayudó a rescatar a otras dos personas y en la actualidad participa como voluntario con las labores de la colecta de víveres en la Universidad Michoacana, aunque ya prometió regresar a la Ciudad de México cuando pueda para seguir colaborando con sus compatriotas.
Vía SinEmbargo
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