ESTADOS UNIDOS. Cerca del 80% de los 250 mil trabajadores de la industria de carne blanca en Estados Unidos son amenazados e incluso humillados por solicitar permiso para ir al baño, a pesar de las bajas temperaturas en las instalaciones.
Así consideró el informe de Oxfam "Ningún alivio: la prohibición de los descansos para ir al lavabo en la industria del pollo", que recuperó datos reveladores sobre las condiciones laborales de las empresas Perdue Farms, Piligrim's Pride, Sanderson Farms y Tyson.
En general, la presión laboral por satisfacer la alta demanda de pollo en el país repercute en la salud de los trabajadores que "orinan y defecan mientras se encuentran en la línea (de producción); usan pañales para trabajar; dejan de tomar líquidos y fluidos a niveles peligrosos; soportan dolor e inconformidad".
Un trabajador reveló a la organización utilizar pañales como otros compañeros para evitar tener accidentes por la falta de permisos, "un privilegio habitual" entre los trabajadores.
La investigación realizada de 2013 a 2016, indicó que se trata de jornadas de más de 10 horas continuas, con pausas únicas de 30 minutos para el almuerzo. En un ilustrativo caso en Minnesota, 86% de los trabajadores avícolas solo toman 2 pausas a la semana para acudir al baño. El Consejo Nacional del Pollo (NCC) negó los señalamientos de la organización.
"Las mujeres tienen que decirle a los supervisores por qué tienen que ir al baño y únicamente cuentan con unos minutos para ir y volver". El informe detalla que la negación pone a las trabajadoras en un lugar incómodo porque además de incurrir en su privacidad, la estricta supervisión para ir al baño no toma en cuenta sus realidades biológicas durante el embarazo o la menstruación así como el tiempo que en realidad destinan para quitarse el equipo de trabajo y ponérselo de nuevo.
De acuerdo con Vice News, la administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA) encargada de la supervisión de los trabajadores de la industria de carnes posee bajos recursos para su operación. De acuerdo con sus datos recopilados, en 2013 únicamente supervisaron 1% de las empresas estadounideneses; las sanciones federales en contra de las empresas por amenazar la salud y seguridad de los trabajadores llegaron en promedio a mil 972 dólares en 2014.
Con información de Vice News ,
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