México.- El presidente mexicano, Felipe Calderón, pidió a la comunidad mexicana en Estados Unidos contribuir a presionar a las autoridades de ese país para frenar el flujo de armas que entran en México y que son utilizadas por los grupos criminales.
"Deben ayudar en el problema de las armas… necesitamos detener el flujo de armas hacia México y acabar con esta pandemia", afirmó el mandatario en un encuentro con mexicanos en Las Vegas que fue trasmitido en directo por el portal de internet de la Presidencia.
Calderón explicó que en los cuatro años y medio de su administración se han decomisado más de 100 mil armas, muchas de ellas fusiles automáticos AR-15 y AK-47, más de 10 mil granadas, miles de cartuchos y unos 200 fusiles Barret 50, que son usados contra helicópteros y blindados.
El mandatario indicó que el 85 por ciento de las armas decomisadas en México fueron compradas en la franja fronteriza de Estados Unidos
Explicó que a partir de 2005, cuando en Estados Unidos se derogó la prohibición para la venta de armas de asalto, comenzaron las oleadas de armas a México y se intensificó la violencia generada por el crimen organizado.
Calderón viajó este jueves 19 de mayo a Las Vegas, para participar en la Cumbre Mundial de Viajes y Turismo para promover la imagen de México como un lugar seguro para el turismo y tratar de superar la intranquilidad generada por la ola de violencia que ha dejado cerca de 40 mil muertos en los últimos cuatro años y medio en su país.
En el encuentro con la comunidad mexicana, el gobernante también solicitó a toda la comunidad mexicana mantenerse firme para rechazar la tendencia antiinmigrante que culpa a los latinoamericanos, particularmente a los mexicanos, de todo lo malo.
"Permanezcan unidos en Estados Unidos, únanse y organícense para enfrentar los embates de hostilidad y persecución a los inmigrantes en general", indicó.
Afirmó que con la crisis se levantaron oleadas de agresiones con prejuicios raciales y discriminatorios, y afirmó que los mexicanos pueden vencer esa tendencia y ejercer sus derechos políticos para cambiar esas cosas por la vía política.
Señaló que se debe cambiar la opinión pública que hay sobre México y lo mexicano. "México no es el enemigo, somos vecinos y aliados, nuestra gente es trabajadora y aporta a la riqueza de ese país", aseguró.
Calderón afirmó que el problema del narcotráfico y la violencia en México es generado por el consumo de drogas en Estados Unidos, y afirmó que por más que su país se esfuerce en bajar la oferta de estupefacientes, no sirve de nada si no se baja también la demanda en la nación consumidora más grande del mundo.
Añadió que en ese país existe una cultura que promueve el uso de las drogas pues, "los artistas más populares se ponen como locos, risa y risa", y afirmó que varios estados incluso legalizaron el consumo "médico" de la mariguana.
Asimismo, señaló que algunas autoridades de Estados Unidos, para evitarse problemas con sus adictos y con la delincuencia, "echan a la frontera mexicana" cada año entre 60 mil y 80 mil consumidores.
El mandatario destacó la lucha contra la delincuencia en México y reiteró que continuará adelante hasta limpiar todas las carreteras de criminales para garantizar la seguridad, no solo a los turistas sino para que los mismos mexicanos salgan a la calle sin temor.
