ESTADOS UNIDOS.-En un estudio llevado a cabo por el Inter-American Bank, la cantidad de remesas (o dinero de migrantes) recibidas en México fue inversamente proporcional a los números del crimen que existen en este país.
De acuerdo con el estudio, por cada aumento del 1% que se registra en viviendas receptoras de remesas, se reduce el margen de homicidios en un 0.05%. A través de la población mexicana en Estados Unidos, México recibió 21.59 mil millones de dólares en el 2013. Una vez que los números del 2014 sean publicados, se espera que esta cifra suba.
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En Baja California, el dinero que entró de procedencia migrante aumentó cerca del 16% en comparación al 2013. Un crecimiento de más del doble en la última década y un acumulamiento de ingresos que queda justo debajo de lo obtenido por el petróleo, el turismo y la industria automotriz en México.
A pesar de sólo representar el 3% del PIB del país, las remesas forman el 19.5% del ingreso local en las áreas más pobres de México. Un ejemplo de ello es el estado de Guanajuato, que únicamente recibe el 4.5% del dinero total que llega de mexicanos en el extranjero, y aún así recibe montos 112% más grandes que los salarios obtenidos por aquellos inscritos dentro del seguro social estatal.
En Oaxaca, se crea la misma comparación concordando con un 96% y en Michoacán y Guerrero coincide en un 89%. Las remesas varían dependiendo de la economía y de las tendencias migratorias.
Mientras la economía se fortalece, considerando la crisis que sufrió en el 2008, la lucha constante en deportaciones también. En el 2013, el número de remesas hacia México disminuyó en comparación con el año anterior gracias al aumento de las deportaciones.
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De 2010 a 2013, México recibió cerca de 1.2 millones de deportados, de los cuales un 47% llegó a Baja California y 27% decidió instalarse en Tijuana. Cada año, un número enorme de personas sin antecedentes penales son deportadas, con Tijuana atestiguando cómo recurren al crimen una vez que llegan a la ciudad. Sin vínculo alguno con este municipio, y al no contar con identificación legal para obtener un trabajo, quedan prácticamente fuera del sistema.
Para Baja California, la deportación es un arma de doble filo que no sólo reduce las remesas, sino que también aumenta el número de deportados a una ciudad sin suficientes recursos para poder ayudarlos. De este modo, Tijuana (en solitario) carga el peso de un problema nacional.
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A pesar de todo el apoyo que el dinero de los migrantes proporcionan al país, si estas personas resultan deportadas existe muy poco apoyo y es por esto que muchos terminan viviendo en el canal, conocido por muchos como "El Bordo". Un lugar donde miles de deportados viven de lo que podría llamarse un "albergue" improvisado.
Existen albergues reales, que sin motivos de lucro, buscan ayudar a los migrantes, pero son pocos y han superado su capacidad de hospedaje, ya que muchos de los deportados se quedan en Tijuana con esperanza de regresar a Estados Unidos. Otros se quedan para estar cerca de las familias que abandonaron allá y muchos otros se quedan por falta de dinero. Dadas las condiciones terribles en las que viven, no es de sorprender que muchos recurran al uso de drogas y al crimen sólo para sobrevivir.
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Una forma de ayudar a los deportados en Baja California es acercarse a cualquier organización local que se dedique a auxiliarlos. Un ejemplo de ello es la Fundación Gaia, que organiza varios programas e iniciativas para el apoyo de la comunidad sin hogar. Regularmente asisten al canal para distribuir ropa, comida y artículos de necesidad básica además de ofrecer ayuda médica a todos aquellos que no tienen donde vivir. Otro ejemplo es el desayunador del Padre Chava, que todos los días alimenta a cientos de migrantes.
Una campaña que recientemente se puso en marcha, planea atacar el problema a través de la creación de agricultura urbana. Este proyecto se llama Bordo Farms y ha sido diseñado para tener un enfoque de apoyo a la comunidad desplazada de mexicanos deportados, a la vez que produce una agricultura autónoma, local y orgánica para la cuidad de Tijuana.
Actualmente se buscan donaciones con fin de lanzar la primera etapa del proyecto. El grupo se ve liderado por Global Shapers, una iniciativa del World Economic Forum, siendo éste un grupo de líderes jóvenes y locales en colaboración con el Grupo Gaia y Transición Tijuana, un segundo grupo centrado en organizar proyectos alrededor de la ciudad con motivo de apoyar al medio ambiente a partir de proyecto autosustentables.
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