
Esta serie de fotografías
fueron tomadas en 1967 por el fotógrafo Marc Hutten tras la muerte de Ernesto Che Guevara, las cuales fueron reveladas recientemente. Se supo que el fotógrafo, que trabajaba en aquellos años para la agencia France Press había tomado las fotos del cadáver del revolucionario e hizo unas copias que entregó al sacerdote, en caso que él no pudiera como corresponsal, atravesar la censura de los militares bolivianos.
Las fotografías estaban en una casa familiar guardadas en una caja de puro, en Castilistar, pueblo de la provincia española de Zaragoza. Fue Luis Cuartero, misionero español destinado en Bolivia en aquellos años, quien las llevó a España pocos días después de la muerte del guerrillero, según asegura la familia que guarda las fotos. Arteaga, miembro de la familia Castillar, explicó que en su familia nadie tenía particular simpatía por el Che ni por sus causas, así que las imágenes quedaron olvidadas durante décadas. "No le dieron mucha importancia", comenta Arteaga.

"Tenía una barba negra y escasa, pelo largo apelmazado y la sombra de una cicatriz en la sien", describió el periodista británico Richard Gott, que había conocido al Che en vida y podía identificar su cadáver.Tras ser ejecutado a balazos en un pequeño pueblo de Bolivia de nombre La Higuera, el cadáver de Ernesto "Che" Guevara fue trasladado en helicóptero al hospital de Vallegrande. Allí, fue expuesto en la sala de lavandería para que los corresponsales extranjeros pudieran certificar que el revolucionario argentino estaba efectivamente muerto.
Entre las imágenes hay varias del cadáver del Che. Parecen tomadas en momentos distintos. En algunas aparece con la chaqueta de cremallera todavía puesta y el cuerpo sin limpiar y en otras el cuerpo aparece limpio y colocado para ser mostrado. También hay una fotografía donde aparece la compañera del Che en Bolivia.

*Vía CulturaColectiva.com
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