La pandemia de covid-19 no se limita solamente a afectar la salud física de las personas, también lo hace con la salud psicológica-emocional.
Recientemente autoridades de Guerrero informaron sobre dos casos de suicidio que se suscitaron en personas que habían sido diagnosticadas con covid-19.
El primero de ellos ocurrió el pasado 2 de junio, en la localidad de Chilpancingo de los Bravo, donde una enfermera que se encontraba en aislamiento luego de infectarse, ya que trabajaba en la primera línea de defensa contra el coronavirus, se quitó la vida en las instalaciones del hospital.
Se trata de María del Carmen Galeana, trabajadora del Hospital General de Chilpancingo “Raymunda Abarca Alarcón”, específicamente designada en el área de atención a camas covid.
El caso más reciente es el sucedido en Acapulco, Guerrero. Un hombre que estaba internado en un hospital privado de la zona saltó desde el segundo piso a través de una ventana, muriendo al instante.
Su cadáver quedó tendido en la banqueta de la Costera Miguel Alemán, en plena zona turística del puerto. Aunque su estado de salud previo al terrible suceso no había sido confirmado a los medios por parte de autoridades sanitarias, se dice que estaba contagiado de la enfermedad infecciosa.
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