San Juan, 19 ago (EFE).- El "Viejo San Juan" de la capital puertorriqueña es uno de los cascos históricos coloniales más bellos pero a la vez menos conocidos de América Latina.
El historiador oficial de Puerto Rico, Luis González Vales, recorrió con Efe algunos de los rincones más emblemáticos del "Viejo San Juan", la genuina capital de la isla que alberga edificios que se remontan al siglo XVI.
González Vales eligió el Cuartel de Ballajá, construido por el ejército español entre 1854 y 1857, como una de las construcciones más representativas de San Juan por tratarse quizá del edificio más grande edificado por España en América durante la etapa colonial.
El historiador oficial de Puerto Rico recuerda que España dedicó grandes esfuerzos para la defensa de sus últimas colonias y el Cuartel de Ballajá, con una superficie cercana a los 2.500 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, es el mejor exponente arquitectónico de ese legado.
El edificio, con bóvedas de estilo gótico, que fue utilizado hasta 1898 como cuartel para la infantería destacada en la isla caribeña y sus familias, dispuso en su día de almacenes, cocinas, calabozos y hasta cuadra para caballos.
El cambio de soberanía a manos de Estados Unidos supuso que el edificio fuera utilizado, a partir de 1939, como hospital, tras ser restaurado de un bombardeo de mayo de 1898.
Ballajá alberga hoy distintas instituciones culturales como el Museo de las Américas, la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española o la Oficina Estatal de Conservación Histórica.
González Vales apunta como segunda parada imprescindible en su recorrido por el "Viejo San Juan" el Castillo de San Felipe del Morro, fortificación del siglo XVI construida en el extremo norte del casco histórico de la capital.
El historiador recuerda que los sanjuaneros se refieren a esta edificación como "El Morro", declarada parte del Sitio Histórico Nacional de San Juan y Patrimonio de la Humanidad por la ONU.
"El Morro", ocupado tras el cambio de soberanía por militares estadounidenses hasta los años 60 del pasado siglo, dispone de varias garitas, símbolo inequívoco del "Viejo San Juan".
De vuelta al centro del "Viejo San Juan" aparece la actual Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico, antiguo Manicomio Insular, cuya construcción se inició en 1861 y que albergó heridos de la guerra de restauración de la República Dominicana.
La Catedral de San Juan Bautista de Puerto Rico, sede de la Archidiócesis de la capital, ubicada en la Calle del Cristo, es otro de los pasos obligados en este recorrido.
De 1521 y estilo neogótico, guarda los restos del conquistador Juan Ponce de León y el mártir San Pío, además de las vestiduras usadas por el Papa Juan Pablo II en su visita a Puerto Rico en 1984.
González Vales destaca la Plaza de Armas como otra de las joyas del casco colonial de San Juan, con el Ayuntamiento, terminado en 1789 y concebido para asemejarse a la Alcaldía de la capital de España, y a su lado el actual Departamento de Estado, antiguo edificio de la Real Intendencia, institución creada por la Corona Española.
La estructura es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura neoclásica isabelina y uno de los pocos edificios en el Caribe que presenta perfecta simetría en la distribución de sus balcones y arcadas.
A su lado está el edificio de la Diputación Provincial, construido entre 1849 y 1851 y que inicialmente sirvió como mercado vecinal, y a la salida del "Viejo San Juan" se sitúa el Fuerte de San Cristóbal, fortificación española de 1783.