Un estudio reciente publicado en el Journal of the American Medical Association indica que los fumadores tienen un 70% de probabilidades de perder el oído, mientras que las personas que no fuman pero viven con alguien que sí, sus probabilidades de perder este sentido son aún mayores.
La pérdida del oído es causada por el estrechamiento de los vasos sanguíneos, los cuales necesitan del buen flujo de la sangre para funcionar. El estrechamiento evita la eliminación de residuos tóxicos, bloqueando poco a poco el canal auditivo.
Pero no solo el sistema auditivo sale afectado. El humo del cigarro daña a los órganos de todo el cuerpo, por la mala circulación que provoca, sumada a la falta de oxígeno para el cuerpo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, actualmente hay 360 millones de personas con pérdida auditiva en el mundo, de los cuales la mitad pudo haberse evitado.
Con información de: Notimex
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