El estudio trabajó con 857 hombres y mujeres británicos, quienes no probaron una sola gota de alcohol durante 31 días. ¿Qué ocurrió? Su deseo por la bebida disminuyó considerablemente y comenzaron a tener un hígado más sano.
Además, se comprobó que el dejar las bebidas alcohólicas representa cambios positivos en la presión arterial y disminuye las probabilidades de contraer enfermedades relacionadas con el hígado, como diabetes y cirrosis, puesto que dejar la bebida disminuye la grasa del hígado de 15 a 20%.
Por si fuera poco, los niveles de glucosa en la sangre también disminuye. Ésto sumado a que aquellos que dejaron el trago por un mes aseguraron tener mayor facilidad para conciliar el sueño.
Sin embargo, siempre hay un punto negativo: los participantes del estudio aseguraron sentirse menos sociales durante las reuniones familiares o con amigos.
Y tú, ¿pagarías ese precio por una mejor salud?
Vía: Excélsior
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