Fueron capaces de crear una sinfonía única, transformaron el teatro en un verdadero festín donde los instrumentos fueron sus aleados principales y la destreza física de sus cuerpos la mejor química para crear ritmo.
Irrumpieron con una estruendosa armonía, de esas que pocas veces se escucha en Tijuana, llegaron armados de palos, escobas, tubos y muchos más objetos para crear ritmos, eran pues el equipo de Stomp, el espectáculo internacional que arribó al Centro Cultural Tijuana, Cecut.
Con dos días más de función, el reconocido espectáculo debutó la noche del jueves en la frontera, donde cientos de espectadores fueron testigos de un show que pocas veces se disfruta en la ciudad.
Son capaces de emitir el sonido menos esperado del objeto que llegue a sus manos, de ahí que la revolución digital que impera en el mundo no ha sido necesaria para mantenerlos como los favoritos en este rubro, Stomp se pinta sólo para ser original.
Stomp hace que la audiencia se involucre en el show, logrando así mantener la diferencia de una función a otra, donde el ritmo no tiene un final conocido, y donde lo desconocido se vuelve un gran ritmo.
Previo al show destacaron que todos sus integrantes tocan todo tipo de objetos, y aunque son bailarines o músicos, en el escenario comparten lo que a su paso se van encontrando.
A lo largo de la gala, los ocho bailarines en escena tienen su propio espacio para improvisar y para coordinarse a la vez, cada uno muestra su personalidad y lleva en un oleaje de sonidos al espectador.
Lo más extraño que han encontrado para emitir un sonido es un par de tubos muy pequeños que generan el croac de las ranas, de ahí se van hasta un cerillo, un serrucho y más, comentaron.
La fuerza callejera que emite del escenario de Stomp logró llevarse los aplausos del público en un espectáculo que logró hacer para Tijuana una noche diferente.
andrea.garcia@sandiegored.com