La explicación que dan los expertos para que esto pueda suceder, es que las plantas que eligieron ya tenían un poco de luminiscencia y que por eso al inyectarlas con más fue posible que permanecieran brillando el tiempo antes mencionado.
Algunos animales como las medusas o las luciérnagas tienen este tipo de compuesto que permite que brillen, igualmente hay ciertos hongos que tienen esta propiedad.

Esto último fue importante porque descubrieron que la bioluminuscencia de los hongos era similar a procesos naturales de las plantas, y utilizaron este compuesto para inyectarlas.
El descubrimiento, en un primer momento, puede tener usos decorativos. Sin embargo, a la larga podría tener usos más prácticos, como utilizar una planta como lamparilla, e incluso se ha hablado de que podrían servir para iluminar espacios públicos, sustituyendo el uso de la electricidad.