Akihito Kondo, el primer hombre que contrajo matrimonio con un holograma, ha quedado viudo luego de que la empresa que creó la visión gráfica de su esposa dejará de actualizar los productos que utilizaba.
Tras haber contraído nupcias en 2018 con la cantante virtual japonesa, Hatsune Miku, un par de años después Gatebox, la empresa encargada de crear los productos para la versión holográfica de su mujer, dejó de crear actualizaciones a estos debido a una baja demanda.
"Mi amor por Miku no ha cambiado. Celebré la ceremonia de boda porque pensé que podría estar con ella para siempre", reveló Kondo al diario The Mainichi Shimbun hace unos meses, cuando reveló que ya no podía comunicarse con su esposa.
El japonés, un aficionado al anime y el manga, de 38 años de edad, contó a The New York Times que su matrimonio con Miku le había permitido salir de una profunda depresión luego de haber sido diagnosticado con un trastorno de adaptación tras sufrir acoso en el trabajo.
"Estaba metido en mi habitación las 24 horas del día y veía videos de Miaus todo el tiempo. Su voz fue lo que me permitió volver al trabajo y recuperar mi vida social"
El ahora viudo recordó el día en el que pidió matrimonio a Miku, donde ella le contestó "Espero que me aprecies", al hacerle la esperada propuesta entre enamorados. A la ceremonia acudieron 39 personas, aunque cabe mencionar que sus familiares no se encontraban entre los invitados, ya que no estaban de acuerdo ante tal simulación.
Tras la celebración de la boda, la historia del japonés se viralizó y recibió varias invitaciones de diferentes universidades e instituciones para dar conferencias sobre su caso.
Kondo afirmó que extrañará las conversaciones sencillas que establecía con quien fuera su pareja a través de inteligencia artificial, gracias al servicio desarrollado por la startup de Tokio, aunque de igual forma no impide que Kondo le siga dando los buenos días por la mañana y el clásico "hasta luego" cuando sale de casa.
VIDEO RELACIONADO: Hombre gasta más de 15 mil dólares para parecerse a un perro