Según fuentes oficiales, el agente, vestido de civil, entró con su esposa e hijo a una farmacia para adquirir unos medicamentos. Inesperadamente, dos hombres entraron al local y uno de ellos le exigió al cajero el dinero.
Mientras tanto, el otro asaltante se dirigió al fondo del establecimiento y amenazó a los clientes apuntándolos con un arma. Sin embargo, nunca se imaginó que uno de ellos se identificaría como agente policial.
El policía exigió al delincuente que se rindiera, pero en vez de eso disparó, por lo que el agente (con su hijo en brazos) tiroteó al agresor y se dirigió a la parte delantera de la farmacia para disparar al otro asaltante.
Derivado del tiroteo, los dos asaltantes heridos fueron trasladados a un hospital, donde fallecieron.
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