La meta de su padre fue trabajar de chef de este lado del mundo, y sin querer se convirtió en la misma para su hijo Mario, quien viajara de México a Japón sin un objetivo claro hasta que se convirtió en fundador de un restaurante de antojitos mexicanos, junto con su mejor amigo, Roberto.
El lugar se llama Mi familia, y es un gran logro si se compara con los primeros meses de Mario en el país del Sol Naciente, donde tuvo que dormir en parques y comenzar a trabajar de intendente.
Mi familia es colorido y lleno del folclor mexicano, donde se sirve comida auténtica mexicana y no lo que el mundo piensa que es, como carne con chilli o tacos crujientes de color amarillo.
"Uno como mexicano sabe cómo es la buena comida nacional; sabe reconocer unos buenos tacos, en todos lados te venden comida mexicana que no es mexicana," menciona Mario.
El menú incluye tacos al pastor, quesadillas, mole poblano y todas esas delicias llenas de sabor que caracterizan nuestro país.
Apenas van 5 meses desde que "Mi familia" abrió, y ya se está posicionando como uno de los lugares de referencia para este tipo de comida de aquél lado del mundo.
Vía El Universal
