Especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostuvieron una reunión este viernes 26 de noviembre con el propósito de estudiar el impacto que pueda generar la nueva variante de coronavirus detectada en países del Sur de África hace algunos días.
Las autoridades de salud acordaron clasificar a esta nueva versión del virus como una “variante de riesgo”, bautizándola ahora con el nombre de “Omicron”, la letra del alfabeto griego.
Anteriormente denominada por la comunidad científica “B.1.1.529”, esta nueva variante podría representar una alerta de salud debido a la gran cantidad de mutaciones que posee, pues es superior a cualquier otra cepa descubierta.
De acuerdo con los expertos, la aparición de Omicron fue confirmada inicialmente en un espécimen recolectado apenas el pasado 9 de noviembre y su actual panorama coincide con una alza en contagios diagnosticada en Sudáfrica recientemente.
El hallazgo de esta variante ha provocado que varios países tomen sus medidas para prevenir el riesgo de contagio a través de los viajes, optando por la suspensión temporal de vuelos con destino a África Austral.
A pesar de que antes informaban de la existencia de apenas 10 casos de B.1.1.529, la OMS confirmó tras la reunión que en apenas 2 semanas se han detectado ya más de 30 contagios positivos distribuidos en 4 países: Sudáfrica, Botswana, China y Bélgica.
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