La noticia del compromiso del Príncipe Harry con Meghan Markle dio la vuelta al mundo el lunes, situación ante la cual, la Reina Isabel se mostró muy contenta, por lo que no dudó en dar su bendición a la pareja.
Pero a pesar de que ella está de acuerdo con el matrimonio, lo más probable es que la Reina no asista a la ceremonia religiosa, puesto que es la cabeza de la iglesia de Inglaterra.
La doctrina de dicha iglesia enseña que el matrimonio es para toda la vida, y no se fomenta el divorcio. Se insta al clero a pensar detenidamente antes de volver a casarse con una pareja.
Entonces, como Meghan Markle es una divorciada, la Reina puede que no se sienta cómoda al asistir aunque se trate de su propio nieto.
"No puedo ir", dijo la Reina a un amigo, según The Telegraph.
"No creo que mi posición [como Gobernadora Suprema de la Iglesia] lo permita", mencionó.
Una amiga de la Reina comentó que "siente que tiene que poner su rol en la Iglesia antes de su papel de madre."
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