Antes de que Uber se convirtiera en el servicio de transporte privado más exitoso del mundo, cuando aún no era una compañía de $65 mil millones de dólares y todavía no consideraban que su concepto iba a ser el futuro de la logística, Travis Kalanick quería definir muy bien la identidad de su logotipo. Pero en ese entonces, hace 2 años y medio, el CEO estaba demasiado ocupado como para preocuparse por una imagen.
Pasó el tiempo y lo que parecía poco relevante se volvió una necesidad urgente. Porque el viejo logo de Uber transmitía una identidad de clase y sofisticación demasiado presuntuosa para lo que es hoy: un sistema de transporte muy versátil, disponible para todos.
Así que después de experimentar mucho con diferentes diseños e incontables propuestas, Uber se decidió por esto:
De acuerdo con Wired en donde explican las razones de Kalanick para cambiar su logo y cómo fue el proceso de diseño la razón de que no sea una actualización de la ya icónica "U", sino algo completamente distinto, se debe a que Uber no acudió a una agencia de marketing y en su lugar diseñó todo con su propia gente. Probablemente con un poco de asesoría se hubieran dado cuenta que la desconexión tan radical del viejo logo y del nombre de la compañía rompen con el propósito de una identidad.
Ahora que la decisión de dejar atrás el estilo monocromático para adoptar tanto colorido no fue a la ligera y al contrario, Uber quiere que ese sea uno de los pilares de su nueva identidad, pues creó lineamientos de diseño para que en cada región se encarguen de personalizar el logo de acuerdo con la ideología del lugar. La idea es que el logo tenga colores y patrón de fondo diferentes en México, en Estados Unidos, en India y en Francia.
Aunque eso no explica por qué Uber quiso usar una "C" invertida en lugar de una "U".
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