Un día su hijo Tony Sellers fue a visitar a su madre en el asilo en Irlanda pero se dio cuenta que ella no estaba, pues había salido sin avisarle a nadie.
Después de unas horas de búsqueda, Tony encontró a su madre en un estudio de tatuajes. Sadie había decidido fugarse para hacerse su primer tatuaje a lado de su nieta.

Después de ver el tatuaje de su nieta Samantha, esta abuelita se inspiró para ponerse el suyo. El diseño constó de un adorable corazón.

“Cuando llegas a mi edad, solo tienes que vivir la vida todos los días” dijo Sadie a The Mirror.
Vía Nation