El 3 de diciembre, una corte federal en Los Ángeles emitió la primera resolución judicial relacionada con la muerte del actor Matthew Perry. Salvador Plasencia, el médico señalado por haber proporcionado ketamina al protagonista de Friends, recibió sentencia por su participación dentro de la red de suministro que derivó en la sobredosis fatal del intérprete en octubre de 2023.
La sentencia, dictada por la jueza Sherilyn Peace Garnett, llega tras los impactantes alegatos de la familia Perry, quien acusó al doctor de romper su juramento hipocrático y aprovecharse de la adicción del actor. Plasencia, quien también deberá pagar una multa de 5,600 dólares, fue llevado de inmediato bajo custodia, marcando un hito en el caso que aún espera las sentencias de otros cuatro acusados, incluida la proveedora conocida como la “Reina de la Ketamina”.
¿Cuál fue el papel del doctor en la muerte de Matthew Perry y cuál es su sentencia?
Salvador Plasencia, identificado en los registros judiciales como “Dr. P”, tuvo un rol activo y directo que trascendió la mera prescripción. Según la investigación federal, el médico no solo proveía la ketamina, sino que inyectaba personalmente la sustancia a Matthew Perry en la residencia del actor e, incluso, en el estacionamiento de un acuario en Long Beach.
Los documentos del caso detallan que, en las semanas previas a la muerte de Perry, Plasencia vendió al actor y a su asistente, Kenneth Iwamasa, veinte viales de ketamina, pastillas disolubles y jeringas. Además, el médico instruyó a Iwamasa sobre cómo administrar las inyecciones, facilitando así el acceso constante e incontrolado de Perry a la droga.
Frente a estos hechos, la jueza Garnett impuso una condena de 30 meses de prisión federal. Esta sentencia se produce después de que Plasencia se declarara culpable el pasado julio a cuatro cargos de distribución de ketamina, delitos que en conjunto podían acarrear hasta 40 años de cárcel. Los fiscales habían solicitado una pena de tres años.
Además de la prisión, el médico deberá pagar una multa de 5,600 dólares. En su declaración ante el tribunal, Plasencia admitió que, a pesar de reconocer las “señales de adicción” en Perry, la oferta de “grandes sumas de dinero fue atractiva” en un momento de dificultades económicas para su clínica.
La audiencia fue el escenario de un desgarrador enfrentamiento entre la familia de Matthew Perry y el hombre que contribuyó a su perdición. Su madre, Suzanne Morrison, se dirigió directamente a Plasencia para refutar los mensajes de texto en los que el médico había tildado a su hijo de “idiota”. “No había nada de idiota en ese hombre”, afirmó Morrison con voz firme y emocionada, añadiendo: “Usted tomó un juramento para proteger a las personas y debería haber protegido a Matthew”.
¿Qué pasará con los otros acusados?
Plasencia es solo la primera pieza en caer dentro de una red más amplia. Otros cuatro acusados: su asistente Kenneth Iwamasa, el médico Mark Chavez, el proveedor Erik Fleming y la distribuidora Jasveen Sangha, catalogada por los fiscales como la “Reina de la Ketamina”, ya se han declarado culpables y sus sentencias están programadas para los próximos meses. Sangha, quien operaba desde su casa en North Hollywood lo que las autoridades describieron como un “emporio de venta de drogas”, es señalada como la fuente última de la ketamina que causó la muerte.
El actor, que invirtió su fortuna y fundó el centro de rehabilitación “Perry House”, anhelaba ser recordado más por su labor ayudando a otros que por su icónico papel en ‘Friends’. La Matthew Perry Foundation, creada tras su muerte, busca perpetuar esa misión, recordando que su lucha personal, ahora en el centro de un emblemático caso judicial, siempre tuvo un objetivo mayor: servir de faro para quienes enfrentan el mismo “Gran Terrible Algo” que él narró en sus memorias.
Con información de BBC.
Cortesía de Tomatazos.
