A través de un posicionamiento formal, el sector empresarial de Baja California urgió a las autoridades estatales a revisar y ajustar el Impuesto Sobre Nómina (ISN), al considerar que la tasa actual afecta la competitividad y limita la generación de empleo formal.
Los organismos que integran los Consejos Coordinadores Empresariales (CCE) señalaron que una disminución del gravamen permitiría recuperar ritmo económico, incentivar nuevas inversiones y evitar que continúe la reducción de empleos registrados en la entidad.
El presidente de los CCE’s, Roberto Lyle Fritch, informó que el documento fue dirigido a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, así como a la presidenta del Congreso del Estado, Liliana Michel Sánchez Allende, al secretario de Hacienda, Andrés Pulido Saavedra, y al secretario de Economía e Innovación, Kurt Ignacio Honold Morales.
Indicó que el posicionamiento refleja una postura unificada de los Consejos Coordinadores Empresariales del estado, quienes coinciden en que la tasa actual del 4.25 por ciento es la más alta del país y representa un obstáculo directo para la inversión y el crecimiento productivo.
Señaló que mantener la carga fiscal más elevada a nivel nacional debilita la capacidad de las empresas para competir en mercados altamente dinámicos, donde las decisiones de inversión dependen en gran medida de los costos laborales y del entorno fiscal comparativo entre regiones.
Indicó que el sector empresarial reconoce la importancia de la recaudación para las finanzas públicas, sin embargo, Lyle Fritch advirtió que encarecer el empleo formal genera efectos contrarios al desarrollo, al presionar costos, reducir la contratación y fomentar la informalidad en distintos sectores económicos.



El posicionamiento plantea de manera concreta la reducción del Impuesto Sobre Nómina del 4.25 al 3 por ciento, alineándolo con la media nacional y con las tasas que aplican estados fronterizos competidores como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
En ese sentido, el presidente de los CCE’s afirmó que esta medida permitiría preservar inversiones, incentivar la creación de empleo formal y mejorar la competitividad general del estado, sin afectar de manera estructural la recaudación, ya que un mayor dinamismo económico ampliaría la base contributiva.
El sector empresarial expuso que Baja California enfrenta una pérdida constante de empleo, con más de 25 mil plazas formales menos en comparación interanual y el cierre promedio de 800 empresas mensuales durante 2025, lo que refleja un entorno adverso para la actividad productiva.
Asimismo, se advierte que la informalidad laboral creció de manera acelerada, al pasar de 42 a 52.5 por ciento en un periodo de seis meses, situación que afecta tanto a los trabajadores como a la recaudación y a la estabilidad económica del estado.
El documento detalla que Baja California recauda entre 11 mil y 12 mil millones de pesos anuales por concepto de Impuesto Sobre Nómina, y que existen alternativas técnicas para compensar una reducción de la tasa mediante eficiencia del gasto, ajustes administrativos y una mayor formalización.
El presidente de los CCE’s subrayó que la propuesta no busca debilitar las finanzas públicas, sino generar un entorno fiscal más equilibrado que permita atraer nuevas inversiones, fortalecer a las micro, pequeñas y medianas empresas y generar empleos sostenibles.
Aseguró que el sector empresarial mantiene su disposición al diálogo abierto, técnico y constructivo con el Gobierno del Estado y el Poder Legislativo, con el fin de construir soluciones conjuntas que prioricen el desarrollo económico y el bienestar de las familias bajacalifornianas.
Finalmente, Roberto Lyle Fritch reiteró que todos los organismos empresariales del estado respaldan este posicionamiento, convencidos de que la competitividad, la certidumbre y el trabajo en unidad son indispensables para lograr un Baja California más próspero.