El presidente Donald Trump firmó este viernes una proclamación para imponer una tarifa anual de 100 mil dólares a las solicitudes de trabajadores extranjeros altamente calificados (visa H-1B), en un movimiento que busca reformar un programa muy utilizado por la industria tecnológica.
El programa, creado originalmente para atraer a los profesionales más capacitados en áreas como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, ha sido criticado porque muchas empresas lo utilizan para contratar trabajadores extranjeros a salarios significativamente más bajos que los de los empleados estadounidenses. Según expertos, esto ha convertido al sistema en una vía para cubrir empleos de nivel inicial y subcontratar tareas básicas, en lugar de fomentar la contratación de talento altamente especializado.
Trump aseguró que la industria tecnológica no se opondrá a la medida. “Creo que van a estar muy felices”, dijo, defendiendo la intención de asegurar que los salarios en Estados Unidos se mantengan competitivos y que los empleos para ciudadanos estadounidenses no se vean desplazados.
El sistema de asignación de estas visas funciona históricamente mediante un sorteo anual, y grandes empresas como Amazon, Microsoft, Apple y Google suelen concentrar la mayor parte de los permisos. Sin embargo, críticos señalan que muchas firmas de consultoría y subcontratación se benefician del programa sin ofrecer empleo a largo plazo ni oportunidades de ciudadanía a los trabajadores extranjeros.
Con esta decisión, la administración Trump busca fortalecer el mercado laboral estadounidense y garantizar que los empleos especializados sean ocupados por profesionales que cumplan con los estándares salariales y de experiencia que la economía tecnológica demanda.