Después de más de dos décadas de sueños, pausas y aprendizajes, los hermanos bajacalifornianos Emiliano y Héctor Castro Vizcarra están listos para cumplir una promesa que se hicieron hace 20 años: filmar una película hecha en su tierra.
Hermanos cineastas bajacalifornianos Emiliano y Héctor Castro regresan a Mexicali para la grabación de película
El nuevo filme, “Johnny Montoya”, marca el regreso de los cineastas a Baja California tras la ópera prima “Hasta el Fin del Mundo“, filmada en Europa y protagonizada por Aislinn Derbez y Mauricio Ochmann.
Con la participación estelar del reconocido actor Joaquín Cosío en el papel principal y un equipo conformado mayormente por profesionales de la región, el filme destacará el talento local. Por su parte, Emiliano Castro Vizcarra, quien escribió y dirigirá la cinta, recordó que la idea surgió cuando tenía apenas 17 años.
El filme contará la historia de Johnny Montoya, un hombre criado por padres “malos” donde dicha crianza lo lleva a tomar un rumbo de vida más violento y tras un accidente, despierta sin memoria, comienza una nueva vida rodeado de personas bondadosas; sin embargo, durante el proceso debe de enfrentar la diferencia entre su “yo” del pasado y el actual.
Los hermanos Castro Vizcarra buscan que esta producción no quede como “una película más”, sino que funja como un impulso para la industria cinematográfica en Baja California, contando con talento local el cual, reitera, cuenta con la capacidad para crear proyectos de calidad internacional sin tener que salir de la región.
Héctor explicó que su objetivo es que Baja California se consolide como un punto estratégico para el cine mexicano, destacando el talento local en todas las áreas de producción.
Además, durante la producción del filme, se marcará un antes y un después en la participación del público, Emiliano detalló que no solo se instalarán gradas y zonas para que el público en Mexicali pueda atestiguar el proceso de grabación de una película, sino que también podrán, si así lo desean, participar como extras.
“Creo que nunca ha sucedido donde vamos a ser partícipe, las bandas pueden seguir por las redes sociales de “Quiero hacer una película” donde la gente va a poder seguir el proceso de la película y ellos luego van a poder votar por los actores. Ellos mismos van a también poder votar por ciertas locaciones. El público también va a poder proponer la música…Vamos a involucrar a la gente.” aseguró Emiliano.
Por su parte, Héctor destacó que durante su juventud, tuvieron que irse de Baja California por diversas razones para poder cumplir sus sueños; sin embargo, a pesar de eso, reitera su orgullo al ser originario del estado y su regreso no solo con la experiencia y legitimidad, sino que con el objetivo de trabajar con el Gobierno del estado, con autoridades municipales e incluso con la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) para la realización de Johnny Montoya y de otros dos proyectos que se encuentran en diferentes etapas.
Asimismo, Johnny Montoya no solo destacará con un “crew” mayormente bajacaliforniano, sino que las locaciones del filme tendrán ligar en diversas zonas de la región tales como:
- La Rumorosa
- Las Dunas de Cuervitos
- La Laguna Salada
Reiteraron la variedad de locaciones y espacios en Baja California, con prácticamente todo tipo de espacios ideales como La Sierra San Pedro Mártir, las costas del estado, zonas desérticas y más.
“Emiliano y yo somos de ahí y somos como lo decía, antes de ser nacionalistas patriotas, somos bajacalifornianos y por eso nuestra intención de demostrar al mundo no solo el talento sostenible de hacer películas sino los escenarios de Baja California”; aseguró Héctor.
Por último, los hermanos Castro Vizcarra agregaron que con su historia, buscan inspirar a los jóvenes de Baja California a que persigan sus sueños, recordarles que el norte del país es una zona importante para la realización de cine y que para ellos, la clave está en en la perseverancia, la unión y en “creérsela”, como expresó Emiliano, todo esto sin dejar atrás tanto la competitividad como la importancia de disfrutar cada una de las etapas y procesos del mismo.
Ambos han coincidido en que el camino recorrido no ha sido fácil, pero que ha valido la pena por completo, pues más allá del reconocimiento, uno de sus mayores “motores” es poder dedicarse a lo que aman y compartir ese entusiasmo tanto con sus compañeros como con todas las personas que ven sus proyectos.
