DOHA, CATAR.- Antes de organizar un evento internacional, los países sedes comienzan con construcciones gigantescas de estadios que albergarán a los mejores atletas del planeta. Pero después de que las emociones pasan y se levantan los trofeos, muchos de estos inmuebles quedan vacíos y no vuelven a ser usados. Pues hoy descubramos, el secreto de Catar para no quedarse con elefantes blancos.
El término elefante blanco en el deporte se refiere a todos los estadios, arenas y edificios construidos para albergar algún torneo, que son usados de manera correcta durante la duración de éste, pero que en cuanto termina son abandonados y nunca más vuelven a abrir sus puertas.
Dos ejemplos claros de esto son los edificios hechos para los Juegos Olímpicos de Grecia en 2004, donde casi todos sus inmuebles están abandonados y algunos incluso han sido reclamados por la naturaleza.
Continúa leyendo: MURO DEPORTIVO| Palestina, la consentida de la Copa Árabe, se despide con la frente en alto
El otro ejemplo es el de algunos estadios de Brasil usados en la Copa Mundial de 2014. Como el Arena das Dunas, estadio construido en una ciudad donde en su momento no había siquiera un equipo de Tercera División, por lo cual nunca fue utilizado más allá del Mundial y un juego amistoso de la Selección Brasileña.

El mismo miedo se tenía previo a 2022, cuando Catar mandó construir varios estadios. Pero tras disputarse los Cuartos de Final de la Copa Árabe y un partido de la Copa Intercontinental, es claro que los elefantes blancos no existen en este país.
Después del Mundial, casi todos los estadios se han utilizado constantemente, ya sea para torneos de la Copa Asiática, de la Copa Árabe, o incluso como para la final de la Copa del Mundo Sub-17.
Continúa leyendo: Muro Deportivo: Que triste ha de ser irle al Cruz Azul en este momento
El Estadio Al Bayt, con sus casi 69 mil asientos, continúa viéndose como una tienda de campaña árabe en el desierto y sigue siendo utilizado de manera constante. El Lusail de casi 90 mil de capacidad, será testigo de la gran final de la Copa Árabe y continúa siendo caracterizado por su color dorado.
Ahmad bin Ali es otro inmueble que ha cumplido varias funciones: fue parte de la Copa Árabe y tras la ronda de grupos cambió de función y es donde se albergan los encuentros de la Copa Intercontinental de clubes. Education City y Khalifa International, ahora son parte de diversos complejos, que los hacen parte de una ciudad educativa en el caso del primero y el complejo Aspire el segundo, donde se llevarán a cabo los siguientes cinco campeonatos Sub-17 de la FIFA.

La única duda había sido el Estadio 974, el que fue construido con contenedores de barcos. Este inmueble se levanta majestuoso cerca del puerto de Doha y aunque la promesa era desarmarlo al final del Mundial de 2022, ha gustado tanto y ha sido tan útil para la afición qatarí, que sigue de pie mostrando sus mejores colores.
Continúa leyendo: Muro Deportivo: Cruz Azul le regala un trofeo al Flamengo
El secreto de Catar para no quedarse con elefantes blancos ha sido el más obvio: seguir usando los inmuebles, sin construir nuevos, organizando competencias que les den vida a los estadios y seguir buscando qué otros torneos pueden traer a Doha, para que todo lo deportivo siga dando resultados positivos.