“La verdad es una; el error, múltiple”, escribió Simone de Beauvoir en 1955. Hoy, esa sentencia resuena en México como un espejo incómodo: un país donde el poder insiste en imponer una verdad única, negando el pluralismo y descalificando la protesta.
El eco del diazordacismo
En tiempos de Díaz Ordaz, toda oposición era reducida a “agitadores comunistas” o “enemigos de la Revolución”. La disidencia se perseguía, la represión se justificaba en nombre de la unidad nacional.
Hoy, en la llamada Cuarta Transformación, el eco es innegable:
- El opositor es “derecha”, “carroñero” o manipulado desde el extranjero.
- La protesta legítima se descalifica como agitación sin sentido.
- La verdad oficial se impone como única, y todo lo demás es error.
- El espacio público se blinda con vallas metálicas, como ocurrió en el Zócalo.
El asesinato de Carlos Manzo
El magnicidio del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, desató indignación y movilización ciudadana. Sin embargo, la respuesta oficial mostró prioridades distintas:
- En lugar de buscar a los responsables intelectuales, se investigó quién convocaba a las marchas.
- La ejecución inmediata del presunto sicario cerró el caso sin tocar las redes criminales.
- La justicia quedó relegada; lo central fue controlar la narrativa y neutralizar el descontento.
La juventud en las calles
El 15 de noviembre, la Generación Z salió a las calles en más de 38 ciudades para exigir seguridad, justicia y dignidad.
- En la CDMX, el Zócalo amaneció blindado con vallas de tres metros.
- En Guadalajara, 20 mil jóvenes marcharon con fuerza.
- En Michoacán, la protesta fue especialmente significativa por el asesinato de Manzo.
La respuesta oficial fue la misma: descalificación, cerco físico y negación del pluralismo.
La derecha disfrazada de izquierda
El discurso oficial acusa a la oposición de ser “derecha”.
Pero la incongruencia es evidente: la derecha está en el gobierno, disfrazada de izquierda.
Pregunta obligada a los de la 4T
¿No les da vergüenza tener como jefes a quienes ayer combatían, a quienes representan la vieja derecha y hoy se sientan en la mesa con el crimen organizado?
¿O simplemente se acomodan por un hueso, por una chamba, por un pedazo de poder?
La violencia en cifras
Entre diciembre de 2018 y noviembre de 2025:
- Homicidios dolosos: +208,000
- Desaparecidos: +110,000
- Periodistas asesinados: 75
- Funcionarios y candidatos asesinados: más de 112 en 2025 y cientos más desde 2018
- Total víctimas directas: 318,000 personas.
Comparaciones históricas y equivalencias
Del 2018 al 2025 en México el numero de homicidios y desaparecidos, es el equivalente a 5.5 veces de la cantidad de soldados muertos en la Guerra de Vietnam, o a 1.5 veces la cantidad de personas muertas por las bombas nucleares que cayeron en Hiroshima y Nagasaki y al 64% de las víctimas en Ucrania.
México vive una guerra no declarada, con más víctimas que las bombas nucleares y que la participación de EE.UU. en Vietnam.
Corrupción y sobrecostos de la 4T
El costo de la mentira, el robo y la traición de la 4T al pueblo, es equivalente al doble del valor de todos los programas sociales juntos.
El cálculo combinado de corrupción y sobrecostos en el sexenio de López Obrador arroja un quebranto estimado de más de 5 billones de pesos, una cifra comparable al presupuesto federal anual completo de México.
El neoliberalismo disfrazado
Durante el gobierno de AMLO, lejos de disminuir, la concentración de riqueza se profundizó:
- Las 20 familias más ricas de México incrementaron sus fortunas entre 45% y 80%.
- Los multimillonarios mexicanos aumentaron su riqueza en más de 79,000 millones de dólares entre 2018 y 2024.
- Las 10 familias más ricas alcanzaron en 2024 una fortuna acumulada de 176,800 millones de dólares, un aumento del 45.2% respecto a 2018.
La contradicción es brutal: mientras se habla de “transformación” y de combate a la desigualdad, los grandes capitales se fortalecen como nunca antes.
La memoria como consigna
Lo que vivimos hoy es un retorno de viejas fórmulas autoritarias: cerco al espacio público, estigmatización del opositor, silencio frente a la violencia, corrupción desbordada y prioridad en controlar el disenso antes que garantizar justicia.
El paralelismo con el diazordacismo no es casualidad: es un recordatorio de que la democracia no se construye con verdades únicas ni con vallas metálicas, sino con pluralismo, memoria y dignidad.
Por ello decimos en forma categórica que: Si Díaz Ordaz viviera, con la 4T estuviera.
Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad de su autor y no representan ni parcial ni totalmente la opinión de SanDiegoRed.
