La policía de California abatió a Pedro García, un joven migrante mexicano de 19 años, tras responder a una llamada al 911 hecha por su familia. El joven, presuntamente en crisis, recibió múltiples disparos durante el operativo. El hecho desató indignación y reavivó el debate sobre el uso excesivo de la fuerza en Estrados Unidos. Con su muerte, Pedro se convirtió en el latino número 34 asesinado por fuerzas policiales, así afirmó Mapping Police Violence (organización civil sin fines de lucro).
En una actualización MPV detalla que los asesinatos han ocurrido en 21 estados:
- 19 en California
- 8 en Texas
- 6 en Florida
- 3 en Arizona
- 2 en Colorado, Illinois, Ohio y Pensilvania
- 1 de Connecticut, Hawai, Idaho, Indiana, Michigan, Iowa, Nuevo México, Oklahoma, Tennessee Washington, Wisconsin y Wyoming
Este hecho ocurrió durante la noche del viernes 23 de mayo en San Bernardino, California, y el ataque quedó registrado en las cámaras corporales de los oficiales, cuyo video ya circula en medios. De acuerdo con los primeros reportes, un menor de 12 años llamó al 911 para alertar que su hermano mayor estaba amenazando a sus padres con un cuchillo. Minutos después, elementos del Departamento del Sheriff acudieron al domicilio y, tras un breve intento de diálogo, abrieron fuego contra el joven.
Testigos indican que los oficiales dispararon por lo menos 30 veces, incluso cuando el joven ya estaba en el suelo. La familia mexicana exige una investigación exhaustiva e independiente, al considerar que el uso de la fuerza fue exagerada.
La situación ha reavivado el debate sobre protocolos de intervención policial en Estados Unidos, particularmente en comunidades migrantes y de color. Algunas organizaciones han expresado su indignación y han hecho un llamado a revisar las prácticas de las fuerzas del orden ante personas en situación de crisis.
Hasta el momento, el Departamento del Sheriff no ha revelado la identidad del joven ni los nombres de los agentes involucrados, aunque aseguró que se abrirá una investigación interna.
