La tradición de regalar flores amarillas año con año se ha consolidado en México y otras partes del mundo como una celebración no oficial que mezcla nostalgia, amor y esperanza, sin embargo, ¿de dónde surgió esta costumbre?
El día de hoy posiblemente viste en las calles a una persona caminando con sus flores amarillas a la mano, la historia de este romántico obsequio surge con la serie juvenil argentina “Floricienta”, que se estrenó en 2004.
En uno de los episodios más recordados, la protagonista soñaba con recibir flores amarillas, un deseo que retrató en una canción, dándoles el significado de un amor verdadero y nuevos comienzos.
Es así que lo que inició como una historia de ficción se volvió viral a través de las plataformas de TikTok, Instagram y Facebook, donde usuarios de todas las edades empezaron a recrear la escena cada 21 de septiembre.
Cabe destacar que la fecha coincide con el inicio de la primavera en países del hemisferio sur como Argentina, Chile y Uruguay, por lo que el significado de nuevos comienzos encaja perfectamente con el mensaje de las flores.
Más allá de la telenovela, las flores amarillas tienen un fuerte simbolismo propio, pues son comúnmente asociadas a la alegría y energía positiva, así como a la amistad y el cariño, ideal para celebrar la conexión con otros.
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