La tormenta tropical Priscilla, que días atrás alcanzó fuerza de huracán en el Pacífico mexicano, perdió intensidad mientras se desplazaba frente a las costas de Baja California Sur, aunque su amplia circulación aún provoca lluvias, vientos y oleaje elevado en gran parte de la península.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, el sistema se mantiene sobre el océano y ya no representa un riesgo de impacto directo en la tierra, pero sus bandas nubosas continúan generando precipitaciones y ráfagas de viento, particularmente en Los Cambos y Comondú.
Se prevé que en las próximas horas la tormenta termine de disiparse, pero el ingreso de humedad que ha dejado su paso mantendrá la probabilidad de lluvias ligeras y cielos nublados incluso al norte de la península, en Baja California.
El SMN advirtió que pese a su debilitamiento, el oleaje elevado de hasta 3 a 5 metros continuará en zonas costeras del Pacífico y pidió a la población evietar actividades marítimas y seguir las recomendaciones de Protección Civil. Las autoridades mantienen vigilancia ante posibles inundaciones, deslaves en zonas altas y corrientes marinas peligrosas, especialmente en Baja Sur.